El Hospital Clínico llegó a las 160 camas de Unidades de Curas Intensivas (UCI), 140 de los cuales para pacientes con covid-19, en el momento de máxima presión de la pandemia. Después de que los ingresos se hayan reducido y las altas hayan subido, el hospital tiene uno ahora un centenar de UCI, un número muy similar a su capacidad basal (90-100). Ahora bien, la mitad de los pacientes en el UCI están todavía por el virus. Lo explica el director de Urgencias, al doctor Miquel Sánchez, en una entrevista a la ACN sobre cómo se están reorganizando para recuperar la actividad anterior al coronavirus. "El principal reto en estos momentos es la seguridad. Proteger a la gente que venga al hospital, el entorno y los profesionales. Y eso hará que el hospital vaya más lento", dice.

De las 43 salas de hospitalización del Clínico, 7 están destinadas en estos momentos a los pacientes con la enfermedad covid-19. Fueron 32 en los momentos más virulentos de la pandemia, cuando más del 80% de la actividad en Urgencias era para esta enfermedad. "La última semana de marzo en Urgencias hubo una tensión y una presión asistencial como nunca había visto a la vida. Casi colapsamos. Sé que esta palabra no gusta mucho, pero llegó un punto en que casi bien no dábamos al alcance de ir creando camas de hospitalización para los enfermos que iban llegando", afirma el doctor Sánchez.

Hace unos días el balance entre el número de nuevos ingresos y el de pacientes que vuelven a casa empezó a ser negativo. El Clínico, como el resto de centros catalanes, ha ido recuperando las camas que quedaban libres y "retransformándose", señala al director de Urgencias de este hospital, que asumió la responsabilidad de ser el de referencia a Catalunya para tratar el coronavirus al inicio. "Esta situación nos ha permitido ingresar desde Urgencias los enfermos que tímidamente han ido apareixement con afectaciones que no eran covid y también reanudar poco a poco la actividad quirúrgica, que con la irrupción de la pandemia se había detenido," indica.

"Iremos recuperando esta 'nueva normalidad' con la velocidad que la seguridad nos marque en cada momento", afirma el doctor Sánchez, que pone de ejemplos: "Lugares donde se podían visitar 100 pacientes, quizás ahora sólo se podrán visitar 30. Dónde antes se podían hacer 100 exploraciones, quizás ahora sólo 20". El director de Urgencias insiste: Todo el mundo tiene que entender que es para la seguridad de todos. La recuperación necesariamente tiene que ser de esta manera, porque si no nos volviéramos a poner absolutamente todos en riesgo". "Nuestros políticos tienen que entender que la sanidad irá recuperando la normalidad en la medida en que pueda y eso no tendría que ser motivo de disputa entre ellos", añade.

En marcha los programas quirúrgicos pero con pruebas a los pacientes

Aunque la actividad quirúrgica no se suspendió completamente, se limitó a las operaciones más urgentes. A medida que se han ido recuperando mesas quirúrgicas- algunas salas de operaciones y de recuperación se transformaron en UCI-, se han reanudado las operaciones, con diferencias entre las especialidades, ya que se están priorizando las más urgentes.

El doctor Sánchez explica que ha establecido un protocolo estricto antes de las operaciones para descartar que el paciente tenga el coronavirus. En este caso se plantea retrasar la operación si es posible, ya que se está viendo visto que los pacientes contagiados evolucionan peor después de la operación que los que no tienen el virus. "Parece como si la intervención desencadenara una tormenta vírica inmunológica y de respuesta inflamatoria interna que hace que el posoperatorio sea malo", constata. Por este motivo, el programa de cirugía cardiaca es uno de los que más se está tardando a poner en marcha.

Un 25% de las consultas externas

El hospital ha reprogramado aproximadamente un 25% de las pruebas diagnósticas y consultas externas que habían quedado suspendidas. "Es un número prudente que pensamos que podemos asumir relativamente bien con la capacidad y los espacios que tenemos en el hospital para que los pacientes puedan mantener las distancias de seguridad y los podamos citar a horas en que el cruce esté el menor posible", subraya.

Ante la posibilidad de retoños

El doctor Sánchez espera que no haya un retoño grande en los próximos meses. Ahora bien, en caso de que se produjera, el hospital volvería a hacer el "escalado" anterior. "La ventaja es que hemos aprendido aquello que se puede hacer mejor, pero la desventaja es que el personal está física y emocionalmente estresado", contrapone.

El director de Urgencias destaca que estas semanas han tenido que hacer mucha gestión emocional entre los profesionales sanitarios. Para él, ha habido momentos de todo. "Al principio quería vivirlo como un reto y eso me daba energía para salir adelante; por ejemplo, cuándo teníamos que reorganizar circuitos o como introducir lo que íbamos conociendo del virus", explica, para continuar: "Espero que no tengamos que pasar por una experiencia similar. Pero si la evolución, la naturaleza y la sociedad nos vuelven a hacer caer en una sacudida de estos, los profesionales estaremos por lo que haga falta".