Catalunya se acerca a los mil casos confirmados de viruela del mono, después de sumar 283 contagios en la última semana. Si la semana pasada había un total de 662 infecciones, este viernes se ha llegado a la cifra total de 945 positivos desde el inicio del brote. Hablamos de un aumento del 42% en siete días, de acuerdo con los datos actualizados del Departament de Salut. Hasta ahora se han notificado un total de 1.082 casos sospechosos o probables de viruela del mono, de los cuales se han confirmado hasta el momento 945.

Salut especifica que "la mayoría de los casos confirmados son hombres con edades comprendidas entre los 19 y los 66 años que han iniciado la sintomatología entre el 5 de mayo y el 12 de julio del 2022". La mayoría han presentado fiebre, astenia, linfadenopatías y exantema, unas lesiones que se han localizado en las áreas genial, peribucal o perianal. Las complicaciones graves descritas son la proctitis y la afectación ocular, que han llegado a requerir hospitalización (aunque ya se han dado de alta). "El mecanismo de transmisión más probable ha sido el contacto durante las relaciones sexuales, mayoritariamente y a menudo en el contexto de acontecimientos festivos multitudinarios", añade.

España, el país europeo con más viruela del mono

Delante de eso, el Departament de Salut trabaja conjuntamente con entidades comunitarias para "conocer las diferentes inquietudes que puedan tener con la viruela del mono, recogerlas y así poder darle una respuesta conjunta a nivel comunicativo, de prevención y de sensibilización". De hecho, precisa que "el objetivo de este trabajo es concienciar para dar a conocer qué es la viruela del mono, como se contagia, cuáles son las vías de transmisión y su tratamiento". Es por eso que se llevan a cabo diferentes acciones comunicativas para informar a la ciudadanía, como mediante las aplicaciones de citas Tinder o Grindr desde el pasado 14 de junio. También en las redes sociales, a la vez que se ha distribuido material gráfico a los hospitales donde se han identificado casos y a las entidades donde se hace una tarea de promoción tanto de la salud como de la prevención.

En el ámbito estatal, el Ministerio de Sanidad ha informado este viernes de 2.835 casos confirmados de viruela del mono. El territorio más afectado es la Comunidad de Madrid, donde se han contabilizado al menos 1.211 contagios desde el inicio del brote. Con estas cifras, España es el país europeo con más casos de viruela del mono y se sitúa por delante de Alemania (1.859), el Reino Unido (1.735), Francia (912), Países Bajos (549) y Portugal (515). En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó el martes que ya se han superado las 9.200 infecciones por todo el planeta. Esta institución todavía no ha declarado la emergencia internacional por el brote de viruela del mono, pero sus expertos se reunirán el próximo jueves 21 de julio para analizar si es necesario hacerlo.

La viruela del mono, presente en la saliva y el semen

Sobre la enfermedad, un estudio del Institut de Salut Global de Barcelona (ISGlobal) y el Hospital Clínic ha revelado que el virus de la viruela del mono se detecta con frecuencia en la saliva y en el semen. La investigación publicada en la revista Eurosurveillance especifica que hasta ahora se conocía muy poco sobre la posible presencia del virus en varias muestras biológicas (saliva, orina, semen...), si bien sí que se sabe que se transmite por contacto directo con las lesiones de un paciente infectado o por superficies contaminadas por estas lesiones.

A la vez que abrió la puerta a vacunar los mayores de 60 años con la cuarta dosis contra la covid, la Comisión de Salud Pública acordó el martes la vacunación preventiva contra la viruela del mono de las personas con prácticas sexuales de riesgo y de los contactos estrechos con peligro y complicaciones de enfermedad grave. Concretamente, recomendó la "profilaxis preexposición" en personas "que mantienen prácticas de alto riesgo" y la "profilaxis postexposición" de contactos estrechos de casos confirmados, sobre todo en aquellos con alto riesgo de enfermedad grave (población infantil, personas embarazadas y personas con inmunodepresión). También se recomienda para el personal sanitario y de laboratorio con contactos con casos confirmados y que hayan tenido alguna incidencia en el uso de equipos de protección individual (EPI).