Como ocurre con la mayoría de las condiciones de salud mental, en el caso de la sociopatía, o el trastorno de personalidad antisocial (ASP), existe en un espectro y, aunque pensemos en personas desestructuradas o asesinos en serie, lo cierto es que existen personas en nuestro entorno que lo padecen sin llegar a estos extremos tan graves. Según este estudio llevado a cabo por la Universidad de Washington, lo padecen alrededor del 3% de la población.

La sociopatía tal y como lo define la Organización Mundial de la Salud es un trastorno de la personalidad por el cual se manifiesta un menosprecio de las obligaciones sociales, la ausencia de compasión, la agresividad exagerada y una fría indiferencia. Los que lo padecen suelen ser impulsivas, ignoran la responsabilidad de sus actos y llevan a cabo acciones que, en ocasiones, son muy perjudiciales para los demás. Pero lo cierto es que, en muchos casos, se presenta como un trastorno leve y el afectado no va más allá de mentir, engañar a su pareja o tener problemas en el trabajo. Y no es que sean cuestiones baladís, pero no se trata de personas altamente conflictivas.

Para ser diagnosticado con ASP, una persona debe tener al menos 18 años y un historial que se remonte a su niñez. Estas son algunas de las otras señales de alerta a tener en cuenta:

Falta de empatía

Quizás uno de los signos más reconocibles es la falta de empatía, particularmente la incapacidad de sentir remordimiento por las acciones que llevan a cabo.

Relaciones difíciles

Las personas con este trastorno suelen presentar dificultades para formar vínculos emocionales, por lo que sus relaciones a menudo son inestables y caóticas. A veces, en lugar de forjar conexiones con las personas en sus vidas, intentan explotarlas para su propio beneficio mediante el engaño, la coacción y la intimidación.

Manipulabilidad

Los sociópatas tienden a tratar de seducir y congraciarse con las personas que los rodean para su propio beneficio o para entretenerse. Pero esto no significa que todos sean excepcionalmente carismáticos.

Engaño

Los sociópatas tienen fama de ser deshonestos y engañosos. A menudo se sienten cómodos mintiendo para salirse con la suya o para salir de problemas. También tienden a dulcificar las situaciones cuando les conviene.

Hamburguesa y patatas

Insensibilidad

Algunos pueden ser abiertamente violentos y agresivos. Otros, desagradables en el trato. En cualquier caso, los que lo sufren tienden a mostrar un cruel desprecio por los sentimientos de otras personas.

Hostilidad

Los sociópatas no solo son hostiles ellos mismos, sino que es más probable que interpreten el comportamiento de los demás como hostil, lo que los impulsa a buscar venganza.

Impulsividad

Todos tenemos nuestros momentos impulsivos, pero, para un sociópata, tomar decisiones espontáneas sin pensar en las consecuencias es parte de la vida cotidiana. Les resulta extremadamente difícil establecer un plan y cumplirlo.