El Consell de l'Audiovisual de Catalunya (CAC) alerta sobre la sobreexposición de los menores de edad a la publicidad de alimentos altos en grasa, azúcar o sal, así como de bebidas azucaradas, que hacen los influencers en las plataformas de vídeo y en las redes sociales. Según un informe del CAC, promocionar estos alimentos y bebidas en internet puede ser perjudicial, ya que se fomenta un consumo inmoderado y se lo asocia a actitudes sedentarias delante de las pantallas.

Eso se ve agravado por el hecho de que más de la mitad de los vídeos (58%) contienen publicidad encubierta, ya que los influencers incluyen mensajes promocionales dentro del relato sin indicar el carácter comercial. El informe se basa en 50 vídeos de YouTube, Instagram, Twitter, TikTok y Twitch.

Los 50 vídeos analizados tienen 30 millones de visualizaciones y están alojados en canales que tienen un total de 127 millones de seguidores. Los vídeos analizados hacen publicidad, principalmente, de productos como aperitivos salados y patatas fritas, galletas y boyería industrial, golosinas y bebidas energéticas. En el 75% de los casos, el influenciador aparece consumiendo estos productos, una acción que acompaña con un mensaje positivo y de complacencia.

Un 32% de los vídeos de la muestra pronuncia un discurso en torno a los alimentos altos en grasa, sal o azúcar susceptible de promover un consumo excesivo, compulsivo o inmoderado por parte de los menores de edad. En casi la mitad de los vídeos (48%) el discurso asocia actividades sedentarias con el consumo de alimentos no saludables. En concreto, jugar a videojuegos y visionar contenidos audiovisuales o retransmisiones deportivas.

La importancia de los hábitos saludables

En algunos contenidos de la muestra (8%), el discurso publicitario menosprecia la importancia de adoptar hábitos saludables, como el ejercicio físico o una dieta rica en verduras, que se presentan como alimentos poco apetitosos en contraposición con los procesados. En uno de los vídeos, por ejemplo, se trivializa la necesidad de dormir las horas necesarias cuando una influenciadora bebe una bebida energética promocionada y explicita que lo hace para evitar el cansancio y compensar la falta de sueño.

Algunos de los vídeos analizados, que suman más de 2.500.000 visualizaciones, presentan el alimento promocionado –patatas fritas, dulces y cereales azucarados– como sustitutivo de alguna de las comidas principales.

El informe muestra que la promoción de estos productos también insta los niños y adolescentes a aceptar retos, principalmente la grabación de coreografías o escenas con los alimentos o bebidas en cuestión. Los llamados 'challenges' tienen una etiqueta (hashtag) propia, lo cual permite comprobar que la respuesta es muy amplia.

El 58% de los contenidos analizados no advierte de la presencia de publicidad y, cuando lo hacen, los mensajes son de difícil comprensión por parte del menor de edad. Así, el 42% restante utiliza expresiones heterogéneas ("publi", "sponsor"; "patrocinio"; "promoción" o bien expresa, de formas diversas, un agradecimiento a la marca), que a menudo no son comprensibles por una audiencia menor de edad o que, por su tamaño o forma de presentación, pueden pasar desapercibidas fácilmente.

El CAC pide una normativa más clara

Según datos de la Encuesta de Salud de Catalunya (ESCA) 2017-2018, el 35,6% de los niños de entre 6 y 12 años tiene exceso de peso. Este porcentaje se divide entre el 25% que tiene sobrepeso y el 10% que presenta obesidad. Desde el 2017 se ha seguido una tendencia creciente.

El presidente del CAC, Roger Loppacher, insta las plataformas a evitar la sobreexposición de los menores a esta publicidad, tal como marca la Directiva europea. "Atendiendo a los datos cada vez más preocupantes de obesidad infantil, hay un consenso europeo generalizado que hay que reducir la exposición de los menores de edad a este tipo de publicidad", señala.

Para Loppacher, el informe muestra que la publicidad de los influencers es "masiva" y "en la mayoría de casos, encubierta." "Hace falta que las plataformas adopten las medidas pertinentes para evitar esta sobreexposición mencionada y hay que adoptar de manera urgente una nueva normativa clara y exigente que lo garantice", recalca el presidente del CAC.

El informe se inscribe en la Directiva de servicios de comunicación audiovisual (Directiva UE 2018/1808), que señala que los estados miembros tienen que velar para que las comunicaciones comerciales audiovisuales realizadas por los prestamistas sujetos a su jurisdicción sean identificables fácilmente. La normativa añade que los estados miembros tienen que animar a reducir la exposición de los niños y los adolescentes a comunicaciones comerciales relativas a alimentos y bebidas con grasas, ácidos grasos trans, sal o sodio y azúcares.

 

Foto principal: Un chico mira vídeos en Youtube / Unsplash