Para algunas personas, especialmente las que sufren de caries, beber una bebida o tomar un alimento frío puede suponer un dolor único y muy agudo de gran molestia. Pero, ¿por qué?

Un equipo internacional de científicos ha descubierto cómo los dientes perciben el frío y han identificado a las moléculas y células implicadas. El trabajo se ha llevado a cabo con ratones, pero la experiencia es la misma con humanos. Existen determinadas células dentales llamadas odontoblastos que contienen proteínas sensibles al frío que detectan caídas de temperatura.

Así queda de manifiesto en la investigación publicada en la revista Science Advances que concluye que estas células pueden, en última instancia, desencadenar una sacudida de dolor en el cerebro.

Dolor dientesSegún el estudio, los odontoblastos de los dientes pueden provocar una fuerte sacudida en el cerebro

El trabajo ofrece una explicación de cómo un remedio casero milenario alivia los dolores de muelas. El ingrediente principal del aceite de clavo, que se ha utilizado durante siglos en odontología, y que contiene una sustancia química que bloquea la proteína “sensor de frío”.

Los dientes se deterioran cuando las bacterias y el ácido corroen el esmalte, la capa blanquecina y dura de los dientes. A medida que el esmalte se erosiona, se forman unas cavidades, que son las caries y que sufren más de un tercio de la población mundial. Cuando no son tratadas, pueden causar un dolor intenso, incluida una sensibilidad extrema al frío.

Lo cierto es que realmente no se sabía cómo los dientes sentían el frío, aunque los científicos habían propuesto una teoría principal. Pequeños canales dentro de los dientes contienen líquido que se mueve cuando cambia la temperatura. De alguna manera, los nervios pueden sentir la dirección de este movimiento, que indica si un diente está caliente o frío. Pero no existe evidencia directa de este hecho, por eso esta investigación es tan interesante.

Este trabajo se centró principalmente en los canales iónicos, poros en las membranas de las células, que actúan como puertas moleculares. Después de detectar una señal, un mensaje químico o un cambio de temperatura, por ejemplo, los canales se cierran o se abren completamente. Esto crea un pulso eléctrico que se convierte en una forma rápida de enviar información y crucial en el cerebro, el corazón y otros tejidos.

Ya se sabía que un canal de iones llamado TRPC5 era muy sensible al frío. Pero no se sabía en qué parte del cuerpo entraba en juego la capacidad de detección del frío de TRPC5. Descubrieron que no era la piel y el equipo decidió centrar su investigación en los dientes. El canal de iones TRPC5 reside en los dientes, y más aún en los dientes con caries y funciona como un sensor de frío.

Boca con dientesEl responsable de notar e frío en los dientes es el canal de iones TRPC5

Durante la investigación se registró la actividad neuronal cuando una bebida helada tocó el diente. En ratones normales, esta gélida inmersión provocó actividad nerviosa, lo que indica que el diente estaba sintiendo el frío. No es así en ratones que carecen de TRPC5 o en dientes tratados con una sustancia química que bloquea el canal iónico. Esa fue una pista clave de que el canal de iones podía detectar el frío. El equipo rastreó la ubicación de TRPC5 hasta un tipo de célula específico, el odontoblasto, que reside entre la pulpa y la dentina.