La calidad del aire en el continente europeo todavía es muy tóxica, y las consecuencias son mortales. El área metropolitana de Barcelona ocupa el sexto lugar en la lista de carga de mortalidad asociada al gas NO2. Así lo demuestra la actualización de un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), que ha concluido que Europa podría evitar 114.000 muertes prematuras anuales si se cumplieran las nuevas recomendaciones de calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud (OMS). A partir de estos datos, el ISGlobal ha elaborado una serie de rankings en su web donde aparecen las ciudades con más muertes por la contaminación, las que tienen mejor calidad del aire y las que disfrutan de más espacios verdes. Así como Barcelona ocupa lo numero seis en el ranking de ciudades con más carga de mortalidad por los niveles nocivos de NO2, el área metropolitana de Madrid encabeza la lista en el número uno.

Actualización

Estas estimaciones son una actualización de un estudio publicado originalmente en enero de 2021 en 'The Lancet Planetary Health' que mostraba que las ciudades europeas podrían evitar hasta 51.000 muertes prematuras cada año cumpliendo con las recomendaciones de calidad del aire de la OMS en aquel momento vigentes, que fueron publicadas en el 2005. Hasta ahora, la OMS recomendaba menos de 25 microgramos de partículas PM2,5 (partículas contaminantes suspendidas en el aire) por metro cúbico de aire en un día, mientras que sus actuales recomendaciones bajan el nivel óptimo a 15 microgramos y la recomendación para el NO2 (un gas nocivo) ha bajado de 40 a 10 microgramos el año.

Salvar vidas

Tras la publicación de las nuevas recomendaciones, los investigadores de ISGlobal han hecho una nueva evaluación de la carga de mortalidad atribuible a las partículas finas (PM2,5) y al dióxido de nitrógeno (NO2) en las mismas 1.000 ciudades europeas que aparecen al estudio original. Los resultados actualizados muestran que cumplir con las nuevas recomendaciones de calidad del aire por las PM2,5 se comporta un aumento del 113% en el número de muertes que podrían evitarse en las ciudades europeas en comparación con los niveles de referencia anteriores. Es decir, que mientras el cumplimiento de la anterior recomendación sobre las PM2,5 podría salvar hasta 51.213 vidas el año en total, la consecución de la nueva recomendación tiene el potencial de evitar 109.188 muertes prematuras anuales.

Con respecto al NO2, conseguir los niveles recomendados por las nuevas directrices podría evitar hasta 57.030 muertes prematuras, 56.130 más que las 900 muertes evitables estimadas por los antiguos niveles recomendados de NO2. Conseguir los niveles más bajos de PM2,5 y NO2 observados en cualquier ciudad, podría evitar 125.000 y 79.000 muertes prematuras anuales respectivamente.

Ciudades tóxicas

Así, entre las ciudades con mayor mortalidad atribuible a este gas tóxico, Madrid pasaría de evitar 206 muertes anuales en caso de alcanzar las recomendaciones de la OMS antiguas a evitar 1.966 si cumpliera con las nuevas. Amberes (Bélgica) pasaría de las 22 muertes evitables a 254; Turín (Italia) de 34 a 562; París (Francia) de 185 a 2.135; Milán (Italia) de 103 a 1.864 y Barcelona de 82 a 1.554. Así como Barcelona sí que se encuentra por debajo del límite en términos de partículas suspendidas, los niveles de NO2 son muy altos.

Un dato que muestra el camino que todavía tienen que recurrir las ciudades europeas para conseguir un aire más neto es el porcentaje de población que vive en áreas con concentraciones de contaminantes del aire superiores en las recomendadas por la OMS. Con las nuevas recomendaciones estas cifras ascienden hasta el 99,8% (por el PM2,5) y el 99,7% (por el NO2), de la población que vive en ciudades, respectivamente.


Foto principal: Barcelona sobrepasa los límites máximos de NO2 fijados por la OMS / ACN