La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, es una firme defensora de los tests de antígenos. De hecho, ha sido una de sus grandes armas para bajar el número de ingresos y positivo por Covid-19 pero ahora quiere dar un paso más allá y también incorporarlo a las farmacias.

Pide que se haga para todos aquellos que quieran una prueba de "forma voluntaria y no presenten síntomas". En el caso de tener alguna duda o evidencia de ser positivo, remarca que la farmacia no es el lugar donde ir.

Ahora bien, la implementación de este sistema no se puede hacer sin el consentimiento del Ministerio de Sanidad, liderado por Salvador Illa: Llevamos doce días esperando respuesta. Presentamos un plan completo, exhaustivo y consensuado con las farmacias," lamenta Ayuso.

Además, desde el departamento de Salud madrileño, reiteran que el test de antígeno se tiene que incorporar antes de que llegue los tests de anticuerpos "que podrían generar confusión" en la finalidad de uno y otro.

Alerta con los tests de anticuerpos

Sobre la diferencia de ambos especifican la explicación científica de que puede generar confusión: "La presencia de inmunoglobulinas IgM no ayuda a establecer el diagnóstico de infección aguda y la presencia de inmunoglobulinas a IgG (anticuerpos) tendría que confirmarse por|para otras técnicas más específicas para no generar una falsa sensación de protección".

Por otra parte, la presidenta popular reitera que el plan también tiene en cuenta que aquellos que después de hacerse el test en la farmacia "con todas las normas de seguridad" den positivo, se derivará la información del paciente al Sistema de Salud de la Comunidad de Madrid para seguir un control estricto que pasaría ya en el ámbito público.

¿Y a Catalunya?

El Colegio de Farmacéuticos se ofrece y asegura que lo tiene todo preparado para incorporar este servicio. No obstante, el Secretari de Salut, Josep Maria Argimon, asegura que se tendría que hacer de forma voluntaria en aquellas farmacias que lo quieran pero con la instalación "de unas carpas donde se realizara el test y aislado del establecimiento". De todos modos, no es una prioridad para el Govern y tampoco la ven como la gran solución que plantea Ayuso.

No obstante, hay que recordar que en Catalunya, los centros privados clínicos sí ofrecen este servicio, teóricamente siguiendo la regulación y la seguridad de estos establecimientos. A modo de ejemplo, en un centro puede costar a partir de unos 59 euros un test mientras que los farmacéuticos asseguran que, teniendo en cuenta el coste humano de tener a una persona realizando las pruebas, no superaría los 20 euros.