"Un buen ejemplo de mesa preparada para un grupo de dos burbujas convivenciales", bajo este título, Jaume Padrós, presidente del Col·legi de Metges de Barcelona, ha querido escenificar cómo evitar el contagio por coronavirus. En la fotografía se puede ver claramente como los dos grupos comparten una misma mesa, pero se separan, precisamente por colectivo, manteniendo la distancia de seguridad. De esta manera, se cumple lo que se pide en el plan de Navidad: un máximo de diez personas y de dos grupos burbuja.

En el caso de Padrós, mantiene que la premisa que diez es el máximo, pero el consejo es reducir la cifra de asistentes y tan sólo coloca seis platos representativos, el mismo número con que ahora se pueden reunir las personas en sus casas, y respetando la proximidad del grupo que representan.

Mesa|Tabla de Nadal Padrós

La mesa de Navidad según Padrós / Foto: twitter

Una Navidad en interrogante

El plan de desescalada "está vivo", como se ha visto con el freno de pasar de fase 1 a 2, pero el de Navidad también. Así lo ha advertido el conseller de Interior, Miquel Sàmper, en TVE. ¿Qué quiere decir eso? Todas las previsiones de flexibilidad de horarios nocturnos, número de personas en las reuniones y perímetro abierto pueden desvanecerse. El precedente lo hemos encontrado con un plan de desescalada que no ha sido capaz ni de superar el primer tramo marcado porque la Rt ha subido y, por lo tanto, todo está abierto, a menos de un mes.

Sàmper es claro: "Las fases son una cosa y paralelamente se ha trabajado un plan para Navidad, este es independiente y tiene vida propia. Por ejemplo, prevé que estudiantes vengan de fuera siempre que tengan aquí la residencia. Pero va en función de los datos sanitarios, no hay nada cerrado, tampoco el plan de desescalada, que sigue vivo en base a Rt e ingresos hospitalarios".