De esta manera han decidido las autoridades de Singapur controlar que la gente mantenga el distanciamiento social a causa de coronavirus. Han sacado a patrullar un robot con aspecto de insecto, que alerta a las personas si se aproximan demasiado, según informa The Straits Times.

El robot insecto está equipado con cámaras, para ayudarle a calcular el número de visitantes en los parques. Las cámaras, sin embargo, no pueden hacer el seguimiento ni el reconocimiento de personas concretas, ni recopilan datos personales, según el diario.

El aparato ha empezado a actuar este viernes, en fase de pruebas.