El economista Santiago Niño Becerra ha asegurado a El Nacional que el coronavirus provocará grandes cambios en la economía, pero no tanto porque introduzca nuevos fenómenos, sino porque será un "turbo" que dejará en evidencia que hasta ahora se vivía de anfetas y disparará de forma acelerada movimientos lentos.

"El virus ha sido como un interruptor que nos ha despertado: "Vaya, pero si no estamos bien". Desde el 2012 la economía está viviendo a base de anfetas, cuyo efecto ya se agotó a finales de 2018. Miren el empeoramiento de las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI). El virus nos ha puesto ante la realidad: el virus está deteniendo una actividad que ya se empezaba a parar", ha insistido.

A su entender, es erróneo decir que el coronavirus ha producido un "shock de oferta". Todo lo contrario. "Sobra de todo pero la capacidad de compra, de endeudamiento no da más de sí. Lo que ha hecho el virus es poner un turbo a la situación, porque induce la población a no aglomerarse y a no salir", ha añadido.

Niño Becerra pronostica que el crecimiento económico "se resentirá, y mucho" de esta situación, y eso "acelerará las concentraciones de capital, la limpieza de balances de los bancos, el cierre de actividades low-cost, y las quitas en deudas impagables, e implantará la renta básica". "El coronavirus acelerará todo eso, pero se habría producido igualmente, aunque sería de forma más lenta", ha añadido.

El economista ha apuntado que el coronavirus también hará darse cuenta de multitud de cosas que se podrían hacer, y de cosas que eran innecesarias, "como muchos viajes de negocio". Ha insistido en el "trabajo a distancia", como un hecho positivo. "Cuando escribí mi último libro La tercera fase, a esta fase la bauticé como El despertar. El virus nos ayudará a eso: el crecimiento se conseguía a base de un consumo sustentado en el sobreconsumo, y en una inversión que se aguantaba sobre mucha deuda corporativa impagada. Claro está que la consecuencia de todo ello será la concentración", ha añadido.