Los Arzobispados catalanes han acordado suspender a las misas y aplazar los funerales y otras celebraciones religiosas, de acuerdo con las recomendaciones de las autoridades sanitarias por el aumento de contagios por coronavirus.

Según lo acordado por la Conferencia Episcopal Tarraconense, aunque las iglesias permanecerán abiertas "en la medida de lo posible", se ha dispensado a los fieles de la obligación de asistir a la misa del domingo y se han suspendido todas las celebraciones públicas con Eucaristía.

Asimismo, los Arzobispados han decidido que, de acuerdo con las familias, se simplificarán las ceremonias religiosas por los difuntos y se aplazarán los funerales, hasta que acabe la crisis originada por la pandemia del coronavirus.

Otras celebraciones sacramentales, como procesiones o rezos de rosarios, también se pospondrán.

Los Arzobispados piden que las iglesias permanezcan abiertas para atender a los enfermos y "personas angustiadas" pero precisan que, por eso, pueden utilizarse también el teléfono y las nuevas tecnologías.

Pese a dispensarlos de la obligación semanal de acudir a misa, las iglesias catalanas piden a los feligreses que "intensifiquen" sus plegarias para que acabe la pandemia e intenten seguir la misa a través de radio, televisión e internet