La línea a seguir del nuevo secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon, ya se empieza a notar diez días después de su nombramiento. De entrada, ha admitido en una entrevista a Aquí l'estiu de Ser Catalunya que él, en ningún caso, hubiera cerrado los centros deportivos y culturales: "No es una medida que yo hubiera llevado a cabo, yo no tomé esta decisión". Y lo justifica porque la limitación de la movilidad, como principal objetivo para combatir el coronavirus, no se cumple de esta manera: "Las personas irán a otra oferta lúdica o actividad". Argimon defiende que el trabajo a hacer tiene que pasar por limitar el aforo, asegurar las medidas higiénicas o garantizar la renovación del aire en estos espacios.

No al cierre inmediato

Argimon no comparte cerrar estos centros ni tampoco pensar en el cierre inmediato como recurso único: "El confinamiento tiene efectos muy graves, esperamos porque nos olvidamos de que tenemos que convivir con este virus", y ha añadido que la "principal enfermedad en un país desarrollado es la pobreza y eso tiene efectos para la salud clarísimamente". En la única excepción que Argimon sí defiende el cierre es en el ocio nocturno ya que si todo se limita a las doce de la noche "la probabilidad de contagio se reduce mucho". Aunque también ha pedido no estigmatizar este sector pero sí admite que "la relajación en las actividades es más sencilla".

En clave de grandes eventos, lo que más nos toca de cerca es el deportivo. Hay un Barça-Nápoles el próximo 8 de agosto y considera que el aforo estará limitado e incluso cuestionado de cara al mes de septiembre. En este partido, se prevé la entrada de unas 300 personas pero todas estarán ligadas a su organización. El mensaje es meridiano: "Veo muy complicado ver público en los partidos la próxima temporada". El secretario de Salut Pública ha puesto el peligro dentro de los estadios pero también en los desplazamientos.

Tendencia estable

En líneas generales, Argimon ha remarcado que la tendencia es estable pero con matices. En el caso de Barcelona la ha distinguido con el Área Metropolitana que tiene unas singularidades diferentes dependiendo de si se analiza Cornellà, l'Hospitalet o Badalona. En el Segrià, las tasas de incidencia siguen siendo altas pero se ha detectado en los últimos días "una bajada del impacto de la enfermedad". Y no dejan de perder de vista otros puntos significativos como Figueres. El Departament de Salut marca las líneas de rebrote a través de lo que se conoce como el sistema de la R: dependiendo de si sube o baja, va mejor o peor. Por todo ello, ha subrayado la singularidad de cada caso: "No tenemos una barita mágica pero es importante estudiar soluciones y que las medidas sean muy adecuadas, en cada territorio las decisiones tienen que ser diferentes".

Argimon no niega su sorpresa por lo que se vive este verano ya que preveían que fuera más tranquilo pero también ha defendido que, a diferencia del mes de marzo cuando no se planificó bien, ahora sí se puede afrontar como es debido: "Estamos haciendo muchas pruebas PCR. A modo de ejemplo, la semana pasada se realizaron 72.000 entre los miembros sanitarios".