El TDAH es una patología psiquiátrica que afecta a entre un 5 y un 7% de los niños y entre un 4 y un 5% de los adultos, tal y como informa la OMS. Su aparición se debe principalmente a factores genéticos en la mayoría de los casos, aunque también puede deberse a daños durante el periodo de gestación en el desarrollo del cerebro o a lesiones cerebrales durante los primeros meses de vida.
Los síntomas suelen ser problemas de concentración y de atención, la desorganización e incapacidad para emprender, desarrollar y finalizar trabajos o tareas, la inconsistencia, la imposibilidad de planificarse de una forma adecuada o los despistes continuos.
El tratamiento, en los casos confirmados por el neurólogo y con una evidente incapacidad para desarrollar su actividad diaria, los fármacos son la primera opción, principalmente los estimulantes tipo basados en una reformulación de solo dos moléculas estimulantes, metilfenidato y anfetamina.
Ahora, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos acaba de aprobar un nuevo medicamento no estimulante para niños con este trastorno que puede revolucionar el tratamiento del TDAH. Los tratamientos no estimulantes son menos adictivos y tienen menos efectos secundarios.
El medicamento, que se comercializará con la marca Qelbree, es una cápsula de liberación prolongada que se puede rociar sobre los alimentos para facilitar su consumo y ha sido aprobado para niños de 6 a 17 años.
El nuevo medicamente se va a comercializar, de momento, en los EE.UU. bajo la marca Qelbree
“Algunos pacientes no responden o no toleran los medicamentos disponibles. Por lo tanto, existe una necesidad médica insatisfecha y creo que es muy importante tener una nueva opción de medicación no estimulante como Qelbree para ofrecer a los pacientes niños y adolescentes con TDAH ”, aseguran los expertos
Es verdad que existen ya tratamientos no estimulantes para tratar el TDAH, pero la proporción es pequeña. Concretamente, aprobados, hay alrededor de 30 medicamentos estimulantes recetados frente a cuatro no estimulantes y este nuevo es el primero aprobado para el tratamiento del TDAH en una década.
Los medicamentos para el TDAH no estimulantes funcionan esencialmente a la inversa de los medicamentos estimulantes más tradicionales. Los primeros actúan para aumentar la noradrenalina y la dopamina al facilitar su liberación y bloquear su recaptación en el cerebro, lo que puede mejorar la concentración, la atención, el funcionamiento ejecutivo y la vigilia. El nuevo medicamento actúa inhibiendo la recaptación de norepinefrina, un neurotransmisor.
El problema es que los estimulantes, especialmente en aquellas personas que también presentan trastornos comórbidos como ansiedad, trastorno bipolar o trastorno por uso de sustancias puede empeorar los síntomas del estado de ánimo, aumentar la irritabilidad, la agitación e incluso inducir una respuesta maníaca. Los medicamentos no estimulantes también tienen otros beneficios. No son medicamentos controlados, lo que hace que sea más fácil para los pacientes acceder a este medicamento y no son tan activadores, por lo que pueden funcionar durante períodos de tiempo más prolongados sin causar efectos secundarios como insomnio y ansiedad.