El tomate cuenta con un compuesto vegetal llamado licopeno, del que la ciencia hace tiempo que sabe que tiene propiedades contra el cáncer. Previene, sobre todo, contra el cáncer de próstata, el de colon y el de pulmón, aunque no solo contra ellos. El licopeno se trata de un carotenoide lleno de antioxidantes que además de contar con propiedades que previenen del cáncer, es bueno para la hipertensión y una mejor salud para la piel, los ojos y el corazón.

Ahora, un nuevo estudio sugiere que consumir alimentos y suplementos ricos en hierro puede contrarrestar hasta en un 50 por ciento los beneficios del licopeno. El trabajo ha sido dirigido por Rachel Kopec, profesora asistente de nutrición humana de la Ohio State University en Columbus (EE.UU.) y sus resultados se han publicado en la revista Molecular Nutrition & Food Research.

Salsa de tomate

El estudio

El equipo investigador se propuso examinar la formación y absorción de metabolitos de licopeno en siete hombres que consumieron comidas de prueba, tanto con hierro como sin él. Las comidas de prueba consistían en un batido con extracto de tomate. Los participantes bebieron el batido con sulfato ferroso como suplemento de hierro o sin él. A partir de ahí, los científicos analizaron la sangre y los líquidos digestivos de los participantes.

Cuando las personas ingirieron hierro con la comida, detectaron una caída casi doble en la absorción de licopeno con el paso del tiempo. Este descubrimiento podría tener implicaciones cada vez que una persona come algo rico en hierro y licopeno, como por ejemplo, la salsa boloñesa. Con la combinación de ambos elementos, quien realice esa ingesta muy posiblemente obtenga solo la mitad de licopeno en comparación a quien coma lo mismo pero sin el añadido del hierro.

En palabras de la profesora Kopec, “sabemos que si se mezcla hierro con ciertos compuestos, los destruirá, pero no sabíamos si afectaría a los carotenoides potencialmente beneficiosos, como el licopeno, que se encuentra en las frutas y verduras”. Los carotenoides son pigmentos amarillos, naranjas y rojos sintetizados por las plantas. El alfacaroteno, el betacaroteno, la luteína y el licopeno son algunos de los carotenoides más habituales en la dieta occidental.

Estos pigmentos vegetales tienen propiedades antioxidantes, pero los investigadores aún no saben con certeza si estos fitoquímicos deben sus propiedades potenciales para combatir el cáncer a los antioxidantes que contienen o a otros compuestos, que pueden no tener nada que ver con los antioxidantes.

Cherry

Además, en este estudio dirigido por la doctora Kopec aún no han sido capaces de descubrir los mecanismos que hacen que el hierro mitigue los efectos del licopeno. Aun así, creen que se debe a que el hierro oxida al licopeno, creando metabolitos distintos.

Los investigadores también presumen que es posible que el hierro interrumpa la agradable mezcla emulsionada de tomate y grasas que es crítica para que las células absorban el licopeno. “Podría convertirlo en una sustancia como un aderezo para ensalada separado (aceite en la parte superior y vinagre en la parte inferior) que nunca se mezclará correctamente”, explican.