Nunca es fácil afrontar la vuelta a la escuela después de las vacaciones de verano. Y es que pasamos de no tener horarios ni obligaciones a tener que regular los horarios y los hábitos para poder rendir en el día a día. Si la vuelta a la rutina es pesada para los adultos, imagínate cómo lo es para los niños, que se ven obligados a recuperar todos aquellos hábitos disciplinarios abandonados durante las vacaciones.

Pues bien, a fin de que la vuelta a la normalidad sea lo más fácil posible para los pequeños de casa, la Dra. Cristina Bonjoch, pediatra de Paido Salud Infantil, departamento de pediatría ambulatoria del Hospital Universitari Dexeus, te hace 4 recomendaciones.

1. Preparar la vuelta a la escuela con alegría. Si los padres os mostráis excitados por la vuelta a la escuela, es posible que los hijos se contagien de este estado de ánimo y lo afronten con muchas más ganas. Pero con esto no es suficiente, hay que preparar la vuelta a la escuela con antelación a fin de que se den cuenta de que volver a la escuela es algo trascendente. Así, si es posible, es recomendable visitar el centro educativo unos días antes y explicar a los niños qué actividades harán y quién les irá a recoger cuando acabe la jornada escolar. Al mismo tiempo, es muy aconsejable que los niños participen en la preparación del material escolar y que echen un vistazo a los libros que utilizarán durante el curso. Si se hace todo esto, cuando llegue el primer día de colegio, ya estarán familiarizados con el material de aprendizaje y las dinámicas de funcionamiento.

2. Hacer pequeñas tareas escolares días antes de volver a la escuela. Si durante las semanas de vacaciones no han hecho tareas escolares, es recomendable que unos días antes de empezar la rutina encontréis un rato cada día para leer, dibujar, hacer números, etc. Así, irán recuperando el hábito de hacer actividades académicas y, cuando empiece el curso, hacer las tareas escolares les costará menos.

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3. Regular los horarios. Uno de los elementos clave es, días antes de volver a la escuela, adoptar progresivamente los horarios rutinarios. En este sentido, hace falta, por ejemplo, hacer las actividades más movidas por la mañana y por la tarde hacer otras más pausadas. De esta manera, se puede volver a la rutina de ir a dormir más temprano, tal y como es normal durante el curso. Y si se avanza la hora de ir a la cama, también se puede avanzar la hora de levantarse. Con todo, si se va readaptando poco a poco el horario de los niños, en pocos días conseguiréis que se levanten casi a la misma hora que cuando van a la escuela.

4. Regular los horarios de sueño para regular el de las comidas. Ir modificando los horarios de sueño de tus hijos también te permitirá que hagan las comidas en los horarios rutinarios. Para conseguirlo, hace falta que dejen de lado los piscolabis (snacks, golosinas, zumos...) que se toman a cualquier hora durante las vacaciones. Además, si se despiertan más temprano, pueden desayunar pronto y hacia las 14.00 horas, que es la hora en que habitualmente comen durante la época escolar, seguro que ya volverán a tener hambre. Y, como irán a dormir más temprano, también cenarán antes.

Volver a la escuela después de las vacaciones de verano puede dejar de ser pesado para tus hijos si se siguen estos 4 consejos. ¡Probadlo!