El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha tildado este jueves de "disparate" y "desfachatez" comparar y poner al mismo nivel la República y la dictadura, al ser preguntado por la Proposición de Ley de Concordia en la que trabajan PP y Vox en Castilla y León. El exlíder socialista, quien ha inaugurado en Valladolid unas jornadas conmemorativas del vigésimo aniversario de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, ha expuesto que, en las zonas que dominó el franquismo nada más dar el golpe se derogaron las leyes progresistas de la segunda República en favor de los derechos de la mujer. "Lo primero que hizo la dictadura franquista fue anular todas las leyes en favor de las mujeres" y recuperó el uxoricidio, que suponía que si un hombre encontraba a una mujer en adulterio "in fraganti" y la mataba no iba a la cárcel. "Eso fue el franquismo que algunos equiparan con la República", ha remarcado, antes de señalar que en la segunda República las mujeres votaron por primera vez, entre otras medidas rompedoras. Precisamente fue el Gobierno de Zapatero el que en 2007 aprobó la primera ley de memoria histórica, para la reparación de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura.

Las llamadas "leyes de concordia" que PP y Vox quieren implementar en las comunidades autónomas en las que gobiernan, en sustitución de las actuales leyes de memoria histórica, saltaron nuevamente a la palestra del debate público la semana pasada, cuando relatores de Naciones Unidas hicieron saltar las alarmas e instaron a España a “tomar las medidas necesarias para garantizar el estricto respeto de los estándares internacionales de los derechos humanos”. Los técnicos de la ONU alertan de que “las llamadas leyes de concordia podrían transgredir la obligación del Estado español de garantizar la preservación de la memoria histórica de graves violaciones de los derechos humanos”, ya que, “ordenan la supresión de múltiples entidades, proyectos, webs y actividades de memoria histórica”, “pueden suponer límites en el acceso a la verdad sobre el destino o paradero de las víctimas” y “obstaculizan o suprimen la subvención a proyectos”. Lo consideran, en suma, un revisionismo que puede vulnerar derechos de las víctimas e invisibilizar los crímenes de la dictadura

También el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se pronunció sobre la cuestión ayer miércoles. Sánchez ha acusado a la derecha española de no haber superado algunos debates, como llamar dictadura al franquismo, y ha advertido que las normas que preparan en varias comunidades no pueden llamarse de concordia porque en realidad son un intento de "revisionismo histórico". Sánchez ha criticado que las denominadas 'leyes de la concordia' son "un ataque al derecho internacional". "Así hay que llamarlo, y también son un atentado contra nuestra democracia y frente a la dignidad de las víctimas", según el presidente, para quien "jamás debe utilizarse la historia como táctica política". "Pensábamos que en el año 2024 la derecha española tendría superados algunos debates, como llamar dictadura a un régimen" como el franquista o en torno al alzamiento de militares y políticos "que tuvieron las manos manchadas de sangre". Para Sánchez, "eso se llama de muchas maneras, pero nunca concordia: se llama revisionismo histórico".

Zapatero denuncia la "deslegitimación" del Gobierno

Por otra parte, preguntado acerca de las declaraciones del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, sobre el presidente argentino, Javier Milei, Zapatero ha dicho que ya las matizó y rectificó, y eso vale en política. El expresidente ha considerado al respecto que cuando se tienen muchas oportunidades de pronunciarse públicamente alguna vez no se acierta. Para Zapatero, lo que está siendo "serio, grave, preocupante" es el intento de deslegitimar a un Gobierno desde el primer día por parte de la derecha y del Partido Popular. En este sentido, Zapatero ha recordado que ya hubo un intento de deslegitimar cuando él ganó las elecciones en 2004, lo que ha calificado como una costumbre del PP. Ha opinado que uno de los límites que se han traspasado han sido los ataques a la familia y a la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y ha manifestado que espera que, cuando se vea que no hay nada en este asunto, la derecha y otros actores de la vida pública hagan una reflexión y una autocrítica. "El fin no justifica los medios y aún menos cuando los medios van a la personalización deshumanizadora y al ataque a una familia", ha subrayado.