La vicepresidenta y dirigente de Unidas Podemos Yolanda Díaz ha decidido plantar al presidente español, Pedro Sánchez, y no asistirá a la decisiva cumbre entre España y Marruecos que se celebrará el 1 y 2 de febrero en Rabat, según informa Público, de que cita fuentes de la vicepresidencia. Sánchez da una gran importancia al encuentro, porque debería significar la recuperación de la sintonía en las relaciones entre España y Marruecos, que se rompieron a causa del posicionamiento sobre el Sáhara Occidental. Según un documento conjunto firmado después de la visita que hizo Sánchez al rey marroquí Mohammed VI en abril, el encuentro debía tener lugar antes del final del año 2022. Oficialmente, cuestiones de agenda demoraron la cita, pero el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha confirmado este miércoles que se celebrará a principios de febrero en la capital marroquí.

La ausencia de Yolanda Díaz coincidirá con que el giro que dio Sánchez reconociendo la marroquinidad del Sáhara fue muy criticado por Unidas Podemos. El presidente español envió en marzo de 2022 una carta al monarca marroquí en la que aceptaba un plan de autonomía para el Sáhara Occidental, y por lo tanto desestimaba seguir el proceso de autodeterminación en la ONU. Este posicionamiento abrió una crisis con Argelia, que da apoyo al Polisario y a la independencia saharaui, cuando es el principal suministrador de gas en España. Yolanda Díaz criticó entonces el giro del PSOE, lo tildó de "incoherente" y denunció la "opacidad" con la que, según su opinión, se había tomado la decisión. La plantada de Yolanda Díaz, si se confirma, tendrá lugar aunque forma parte del mismo gobierno que el PSOE.

En la cumbre irán al menos una decena de ministros y se tratarán asuntos como la cooperación policial en materia de inmigración irregular, y el refuerzo de las relaciones económicas, exportaciones o proyectos de infraestructura. Además está la cuestión de las aduanas en Ceuta y Melilla, que siguen cerradas, aunque la última fecha con que se trabajaba para la reapertura era principios de este año. La crisis entre los dos Estados a causa del conflicto del Sáhara se alargó más de un año después de haber acogido por razones de salud al líder del Polisario, Brahim Gali, y costó el cargo a la entonces ministra de Exteriores, Arancha González Laya.

Aparte de la cuestión del Sáhara, las relaciones entre España y Marruecos también quedaron enturbiadas en los últimos meses por el supuesto espionaje marroquí a través del programa Pegasus. Según informó el diario The Guardian, más de 200 teléfonos móviles españoles fueron objetivo de los Servicios de Inteligencia de Marruecos. Las autoridades marroquíes han pedido que se paren las investigaciones sobre esta cuestión.