Dos páginas formato DINA4, con un escrito en letra mayúscula, cinco párrafos y sin firmar. Esta fue la nota que recibió Pablo Casado donde se detallaba toda la corrupción con que se relacionaba a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, con su hermano Tomás sobre el famoso contrato de las mascarillas en plena pandemia el año 2020. El diario El Mundo publica en exclusiva este documento donde se da el aviso de la comisión que recibió a Tomás Ayuso por haber hecho de intermediario en la compra de este material, aprovechándose de un contrato donde, la parte contratante, era la Comunidad que preside su hermana. Del escrito destaca la última conclusión del texto: "Para comprobar la vinculación económica entre el empresario Daniel Alcázar (a través de su empresa Priviet Sportive), que obtuvo en dedo el contrato de la Comunidad de Madrid por 1,5 millones de euros y Tomás Díaz Ayuso, el verdadero artífice del contrato e intermediario, y por lo tanto siendo el primer un testaferro de este, tan sólo es necesario ir al documento de Hacienda modelo 347 en el ejercicio del 2020, que muestra la relación directa entre clientes y proveedores. Así se podrán comprobar los pagos efectuados por Daniel Alcázar a Tomás Díaz Ayuso".

Aparece la cifra

Esta fue la punta de lanza por la cual Pablo Casado y su secretario general, Teodoro Garcia Egea, decidieron emprender un camino que se los ha girado en contra. El documento, anónimo, ha sido descartado por ellos mismos que viniera de la Moncloa. Pero la incógnita del origen sigue siendo una incógnita que ambos, de momento, parece que quieren llevarse el secreto a la tumba. De hecho, han llegado a decir que es 100% anónima y por su parte, Casado abría la puerta a que "viniera de una entidad pública", sin entrar más detalles. Otro detalle es que el escrito explicita que la comisión era de 300.000 euros, una cifra redondeada ya que lo exacto está marcado en 283.000 euros. Pero Casado se basó en la fiabilidad del papel y fue la cifra que comentó cuándo fue entrevistado en la Cadena Cope en su última aparición pública en un medio de comunicación: ·La cuestión es si es comprensible que el 1 de abril del 2020, cuando morían en España 700 personas, se pueda contratar con tu hermana y recibir 300.000 euros para vender mascarillas".

Escándalos sin impacto

Las investigaciones privadas posteriores a que se le abrieron a Ayuso desde su mismo partido y que esta, de forma estratégica, decidiera hacer públicos los hechos asegurando evitar el golpe si desviaba las comisiones hacia el espionaje, ha sido clave para revertir la noticia consolidar su liderazgo con los votantes del Partido Popular. Así pues, las maneras de hacer de Casado, dos hojas sin una validez demostrable y la falta de empatía como líder de su partido, lo han llevado al desastre. Ayuso también está evitando otros escándalos que, a pesar de salir a la luz pública, de momento no la han afectado.

Un último ejemplo es la denuncia que hacen PSOE, Más Madrid y Unidas-Podemos delante de la Fiscalía por la contratación de una empresa de vinos como especialista al transportar material sanitario en los hospitales de toda la Comunidad. Se trata de la marca de vinos Vin Dore 24 SL que se presenta como uno espumante de categoría bajo el lema 'No pongas el anillo en tu copa, brinda con oro'. El 31 de marzo del 2020, la Consejería de Sanidad otorgó un primer contrato a Vin Dore 24K SL por 2.317.150 euros para el suministro de material sanitario en el hospital de IFEMA. Posteriormente, el 18 de abril, suscribió otro por 2.783.000 euros, en concepto de repartir un millón de mascarillas para el hospital de campaña. Otros, se encerraron en concepto de emergencia a través del expediente de adquisición centralizada de equipos de protección para todos los centros sanitarios dependientes del Servicio Madrileño de Salud.

 

Fotografía de portada: mural con la cara de Isabel Díaz Ayuso, elaborado por el artista Tato Repetto para el restaurante Ding-Dong en el barrio madrileño de Salamanca, en un muro entero coronada como la estatua de la libertad y con el rayo de David Bowie atravesando el lado izquierdo de la cara.