La investidura de Isabel Díaz Ayuso. La extrema derecha da un nuevo paso adelante. Ya no exige la entrada en el gobierno, pero, después del enredo del Ayuntamiento de Madrid, con pactos a dos bandas entre tres partes, ya no quieren más sobresaltos. Es por eso que Vox, con las negociaciones de la Comunidad de Madrid por delante, ha hecho una nueva exigencia al PP y Ciudadanos: la firma de un "programa único común" si quieren gobernar con sus votos. Y ha puesto una fecha límite para la negociación: el próximo martes 2 de julio a las dos de la tarde.

El documento, presentado este miércoles por su líder autonómica Rocío Monasterio, plantea tres "condiciones de negociación". En primer lugar reclaman "respeto" y avisan de que "sólo daremos nuestros votos a un gobierno que respete a nuestros votantes y suscriba abiertamente un acuerdo con Vox". En segundo lugar, "compromiso", y por eso aseguran que "las tres partes firmarán un programa único común". Finalmente, "lealtad", el deber de "cumplir con lo que firman".

Con respecto a los principios programáticos, desde Vox reclaman eliminar o bajar todos los impuestos autonómicos o "suprimir las subvenciones destinadas a financiar chiringuitos que tengan carácter ideológico". También reclaman "la identificación de todos los inmigrantes" de la Comunidad de Madrid en situación irregular, "con especial atención en la identificación y repatriación de los MENAS", exigir a los países de orígen "el pago de la factura sanitaria tanto de los inmigrantes ilegales como de los comunitarios o visitantes" o "suprimir las ayudas a los inmigrantes ilegales".

"A partir de este momento, y con estas condiciones mínimas, VOX tiende la mano a todos los partidos que pretendan llegar a un acuerdo de investidura durante el mes de julio en la Comunidad de Madrid, en el plazo previamente establecido", asegura el documento.

Este nuevo peaje llega después de la ruptura de las relaciones evidenciada este martes, cuando Vox hizo público el pacto secreto según el cual el PP se comprometía a darle "concejalías de gobierno" a los ultras. El acuerdo no ha sido nunca aceptado por Ciudadanos, que sigue negándose a firmar acuerdos con esta formación. Ahora la batalla se traslada a la Comunidad de Madrid, donde los votos de Vox vuelven a ser imprescindibles para que gobierne la derecha.