En la sesión de control de este miércoles han aparecido las elecciones catalanas, el encarcelamiento del rapero leridano Pablo Hasél e incluso Enrique Rodríguez Galindo. El exgeneral de la Guardia Civil, condenado a 75 años de prisión por la guerra sucia de los GAL, murió la semana pasada, en libertad, como consecuencia del coronavirus. Dirigentes de la extrema derecha de Vox lo homenajearon en su fallecimiento a través de las redes sociales. Hoy lo han hecho en el Congreso de los Diputados, con un aplauso de toda la bancada ultra.

Los hechos han tenido lugar durante una pregunta de la diputada ultra Macarena Olona a Pablo Iglesias acusándole de ser un "pirómano" y cuestionar la democracia española. El vicepresidente segundo del Gobierno ha recordado el tuit de la misma Olona este domingo: "Que la tierra te sea leve, mi general. Hoy, más que nunca, Intxaurrondo en nuestro corazón. Descansa en paz". La respuesta de los diputados de Vox, después de que Iglesias haya leído el mensaje, ha sido dedicarle un aplauso.

El líder de Podemos ha seguido recordando que Rodríguez Galindo fue condenado a 75 años de prisión —de los cuales cumplió cuatro— y expulsado de la Guardia Civil "por su responsabilidad en secuestros, torturas y asesinatos". Ha subrayado que era "un torturador, un secuestrador y un terrorista". Y ha aprovechado las palabras que le dedicó Consuelo Órdóñez, presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo: "De nada sirve que combatiera a ETA si acabó siendo lo mismo que combatía: un terrorista con el agravante de Estado". Les ha acusado de no tener "ninguna altura de Estado" y hacer "todo el rato apología del terrorismo" y de una "dictadura terrorista".

Iglesias también ha aprovechado la ocasión para dirigirse a Pablo Casado. "Le dije una vez que usted había alimentado a la bestia y que lo estaba devorando", ha recordado. "Después de lo que pasó el domingo, estará de acuerdo conmigo que confirma lo que le advertimos", ha añadido. Lo ha avisado que acabará como "pagafantas de la ultraderecha".

Condenado a 75 años

Al frente de la comandancia, Galindo dirigió la guerra sucia contra la banda terrorista ETA con la detención de centenares de miembros y también con asesinatos. Uno de los casos más conocidos pasó el 17 de octubre de 1983, cuando los GAL retuvieron a José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala en el cuartel de Intxaurrondo. Entonces, Galindo ordenó llevarlos al palacio de la Cumbre para ser torturados y posteriormente dos guardias civiles los llevaron al País Valencià donde Lasa y Zabala fueron asesinados y enterrados en cal viva (óxido de cal). Acabó siendo condenado a 75 años de prisión, aunque sólo cumplió cuatro.