El partido ultra Vox ha estallado en Murcia. La dirección ha suspendido de militancia a tres de los cuatro diputados autonómicos de esta formación en la Asamblea murciana, porque despidieron a cuatro trabajadores del grupo parlamentario y sacaron como titulares de las cuentas de este grupo a varios dirigentes estatales.

Los parlamentarios suspendidos son el portavoz, Juan José Liarte; el secretario primero de la Asamblea Regional, Francisco Carrera, y Mabel Campuzano. Ha quedado como único diputado de Vox el expresidente regional del partido, Pascual Salvador, que no dio apoyo a las decisiones de sus compañeros sin consultar en Madrid.

Fuentes del partido han confirmado a EFE que la dirección actúa de esta manera después de saber que los tres parlamentarios despidieron a cuatro trabajadores y asumieron en exclusiva el control de las cuentas. En estas cuentas el grupo recibe la asignación del Parlamento autonómico en proporción a los cuatro diputados que obtuvieron en las elecciones autonómicas de mayo del 2019. Suelen ser una de las principales fuentes de ingresos de los partidos con representación parlamentaria en la Región de Murcia.

Vox es esencial para que PP y Ciudadanos, que tienen 22 de los 45 escaños en el hemiciclo (a uno de la mayoría absoluta), puedan obtener mayorías en la actividad parlamentaria. El partido ultra permitió la formación de gobierno de coalición entre populares y Cs y la aprobación de los presupuestos autonómicos de 2020.

Como las actas son personales, Liarte, Carrera y Campuzano pueden decidir, en caso de que no se reconduzca el conflicto con la dirección, pasarse al grupo mixto, que está integrado actualmente por los dos diputados de Podemos, o dimitir y entregar sus escaños a los números 5, 6 y 7 en la lista autonómica.

No es la primera polémica que afecta a la formación de Abascal en la región murciana. En noviembre, la ejecutiva del partido dimitió alegando un "exceso de trabajo".