El candidato de Vox en Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha sido el gran triunfador de la noche. El partido liderado por Santiago Abascal ha ganado fuerza con un gran resultado que le permite pasar de tener 1 representante en las Cortes a tener 13, por lo tanto, el partido de extremadreta ha sumado 12 procuradores. En las elecciones de 2019, Vox consiguió solo 1 diputado en Valladolid, Jesús García Conde. El Partido Popular gana las elecciones de Castilla y León, pero se queda lejos de la mayoría absoluta. El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, convocó las elecciones con la intención de gobernar en solitario, pero parece que necesitará el apoyo de Vox para poder gobernar en Castilla y León. Mañueco tendrá que pactar con el partido de Santiago Abascal, que es la fuerza que más ha crecido en estas elecciones. Parece que la idea del PP de gobernar sin necesitar apoyose ha truncado, lo único que ha cambiado es que el potencial socio de gobierno de Mañueco no será Cs, sino Vox. Con el 99% de los votos escrutados, PP y Vox suman 44 escaños.

Éxito de Vox

Vox ha conseguido representación en 9 de las 8 provincias de Castilla y León. Con el 98% de los votos escrutados, Vox ha obtenido el 17,6% de los votos, con más 200.000 votos. Por circunscripciones, Vox ha conseguido a 3 procuradores en Valladolid, en el cual alcanzó su único escaño en las elecciones de 2019. En Salamanca, Burgos y León, 2 diputados. En Palencia, Segovia, Zamora y Ávila ha ganado 1 escaño, y, en cambio, en Zamora ninguno. El partido de Santiago Abascal, ha subido 135.345 votos y 12,13 puntos más, en comparación con los comicios de 2019.

En la provincia de Valladolid es donde Vox ha obtenido más presencia con 3 procuradores, 50.758 votos, que suponen 30.462 votos más que en las pasadas elecciones y un aumento de 13,07 puntos. En la otra cara de la moneda, está Soria, que aunque ha sumado 4.584 votos y un aumento de 7,45 puntos no ha conseguido a ningún procurador de los cinco que se podrían conseguir en esta provincia.

Vox ha celebrado el éxito de la jornada electoral, y su líder Santiago Abascal ha asegurado que "Vox tiene el derecho y el deber de formar gobierno en la Junta de Castilla y León", a la vez que ha añadido que al candidato de la formación a la Presidencia se le ve "cara de vicepresidente". Durante la campaña, Vox había evitado aclarar cuál sería el precio que pondría a su apoyo, pero después del recuento Abascal ya ha dejado claro que exigirán formar parte del próximo ejecutivo. Lo que Vox sí que había asegurado era que su apoyo no sería "gratis" y que además elevaría el nivel de exigencia para evitar "traiciones" como las que denuncia haber sufrido por parte del PP en otros sitios, como Andalucía o el Ayuntamiento de Madrid. De momento, Abascal ha avisado al Partido Popular de que los ciudadanos de Castilla y León "han hablado" y Vox exige "con respecto al veredicto del pueblo soberano". Para la negociación, ha avanzado que Vox no exigirá "ni más ni menos" de lo que le corresponde en función del apoyo obtenido en las urnas. Y en la mesa de negociación estarán sus prioridades de campaña —reindustrialización, campo, agricultura y ganadería y un futuro para los jóvenes en la región—, pero también las reivindicaciones de la España Vaciada.

Vox pisa a Ciudadanos

El resultado obtenido este domingo en las urnas concede a Vox el lugar que hasta ahora tenía Ciudadanos, que con 13 procuradores en 2019 entró a formar parte del gobierno de Mañueco con Francisco Igea como vicepresidente. Por eso, los de Abascal reconocen que es difícil que el PP les niegue una representación similar. Sería la primera vez que Vox entra a formar parte de un gobierno y se enfrentara a la gestión real, dejando atrás los pactos de investidura sellados hasta hoy que le han permitido forzar la implantación de algunas de sus medidas a la vez que mantienen una voz de oposición. Por su parte, el partido naranja ha experimentado un auténtico fracaso. Con respecto a las elecciones del 2019, Ciutadans ha perdido diputados en todas las provincias de Castilla y León, menos en Soria, la única donde no tenían ninguno. Así, Ciutadans solo sigue vivo en la provincia de Valladolid, donde ha conseguido a un procurador, mientras que en todas las otras los han perdido todos. Con el 100% de los votos escrutados, la derrota de Ciutadans ha supuesto una bajada de más de 10 puntos con respecto a los comicios anteriores, lo que significa que solo han recibido el 4,5% del voto. Con respecto al número de votos, la formación no ha conseguido arañar más de 50.000, lo que supone una bajada de más de 150.000 votos en comparación con los resultados de 2019.