El letrado mayor del Parlament, Antoni Bayona, alertó de que la propuesta de resolución de JxSí y la CUP a favor de convocar un referéndum independentista antes de septiembre del 2017 podía vulnerar las órdenes del Tribunal Constitucional (TC) pero la Mesa, en la que JxSí tiene mayoría absoluta, alegó que prohibir la votación sería atacar a la "libertad de expresión".

Según el acta de la reunión de la Mesa previa a la celebración del debate de política general, Bayona advirtió de "la posibilidad de que el TC pueda considerar que se produce un incumplimiento" de las sentencias y autos que anulan la hoja de ruta independentista e instan a los miembros de la Mesa del Parlament y del Govern a paralizar cualquier iniciativa relacionada.

C's, PSC y PP pidieron a la Mesa que reconsiderara su decisión de admitir a trámite la propuesta de resolución de JxSí y la CUP con el objetivo de impedir que se votara el referéndum en el pleno, pero la Mesa desestimó sus peticiones desgranando varios motivos, por los cuales desestimó la petición de reconsideración de C's, PSC y PP, cuyos representantes manifestaron su disconformidad con esta decisión.

Responsabilidades penales

De hecho, el vicepresidente segundo de la Mesa, José María Espejo-Saavedra (C's), y el secretario segundo, David Pérez (PSC), emitieron un voto particular y quisieron dejar constancia de ello en el acta.

En el escrito en el que explicaban su voto, ambos recordaron que el TC advirtió a los miembros de la Mesa; a su presidenta, Carme Forcadell; al entonces secretario general del Parlament, Pere Sol, y a los miembros del Govern de su deber de impedir o paralizar cualquier iniciativa que suponga ignorar o aludir la suspensión, avisando de eventuales responsabilidades penales en caso de desobediencia.

Por ello, argumentaron que la propuesta de resolución para celebrar un referéndum independentista suponía "una violación evidente de la sentencia del TC relativa a este asunto", y consideraron que no procede su admisión a trámite.