La exvicepresidenta de la Comisión Europea y ahora eurodiputada Viviane Reding ha criticado que la situación en Catalunya "se haya dejado pudrir durante tantos años" hasta llegar a la actual "locura absoluta". "Estoy terriblemente triste"; ha dicho la luxemburguesa en una entrevista en el programa La Semaine de l'Europe, emitido por la corporación belga RTBF. "La justicia tiene que hacer el rol de la justicia, no se tiene que utilizar o presionar para que haga el trabajo que no han sido capaces de hacer a los políticos, es un problema enorme", ha lamentado Reding, que es Creu de Sant Jordi de la Generalitat y miembro del Partido Popular Europeo. "Soy severa con todos, porque ha habido errores en los dos lados, pero la justicia no es un árbitro político, y ahora parece que la justicia tenga que resolver un problema creado por los políticos", ha dicho.

Reding ha recordado que la cuestión de Catalunya "no es un tema de ayer", sino que hace años que se arrastra, y ha dicho que antes de que entraran en juego los jueces "era necesario que los políticos encontraran una solución al problema". Reding ha hablado de una situación de "miseria" en que los líderes "no han sido capaces de jugar su rol, de resolver el problema".

La exvicepresidenta de la Comisión Europea ha utilizado las mismas palabras que su compatriota Jean-Claude Juncker para descartar, al menos por ahora, una mediación europea. "Para que una mediación pueda funcionar hace falta que las dos partes acepten la mediación, y está claro que Catalunya la ha pedido a través de Puigdemont, mientras que Madrid, el gobierno central, la rechaza," ha recordado Reding. "No podemos hacer mediación si sólo una de las partes lo quiere, es completamente imposible", ha reiterado.

Reding ha dicho, de hecho, que Catalunya es un problema "interno" de España y ha defendido que "hay que encontrar una solución española". La excomisaria de Justicia ha defendido que el Estado español es "un país de derecho, tiene su justicia y la justicia aplica la ley, nada más" y ha negado que la situación sea equiparable a países como Hungría o Polonia. "No es un problema europeo", ha dicho, y ha añadido que solo se convertirá en ello si Catalunya se independiza en un proceso "justo y aceptable por  la Constitución española" y solicita "ser miembro" de la UE.