El comisario jubilado José Manuel Villarejo ha rechazado llegar a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía en el juicio que ha empezado este miércoles en la Audiencia Nacional de las piezas separadas de la macrocausa Tándem conocidas como Pintor, Iron y Land, por las cuales la Fiscalía pide que sea condenado a más de cien años de prisión. En declaraciones a los medios antes de entrar en la sede judicial en San Fernando de Henares, Villarejo ha mostrado su confianza en la independencia de los jueces y fiscales "a pesar de las presiones" que, según le "consta", han recibido. "Espero que no sea digamos una justicia folclórica, sería como un linchamiento como en el oeste", ha sostenido Villarejo, que ha lamentado que ser un "sujeto molesto" en España haya llevado al hecho de que haya gente que trate de aniquilarlo. El comisario jubilado ha descartado que utilizara medios policiales para llevar a cabo los diversos encargos que recibió a través de CENYT, su grupo empresarial. "En absoluto. Eso ya es motivo del juicio", ha contestado a los periodistas.

Esta mañana se han hecho las cuestiones previas del juicio. La primera jornada ha servido para visualizar por dónde irá la estrategia de Villarejo, que ha decidido rechazar cualquier acuerdo con la Fiscalía y defenderse él mismo.

"Somos inocentes"

Así, preguntado sobre un hipotético acuerdo, Villarejo ha sido contundente: "Nunca. ¿Por qué? Somos inocentes", ha soltado, denunciando que nunca "le hayan tratado como a un presunto delincuente, sino como a un enemigo al que hay que aniquilar". "Entendía que era mi obligación hacer denuncias continuas de todas las ilegalidades que está habiendo y como era un sujeto molesto en este país, cuando a alguien molesto se le aniquila y se utiliza a instituciones tan serias como la justicia para aniquilarme no solo a mí, sino a mi familia," ha insistido.

 

Manuel Villarejo durante el juicio, Tándem, Alcala de Henares - Efe

Con todo, Villarejo ha lanzado una última advertencia antes del inicio del juicio, que se extenderá, presumiblemente, hasta inicios de 2022: "El miedo pudre por dentro y envenena los corazones. Yo no he tenido miedo nunca de ningún individuo por muy importante que fuera este señor tan importante, el gran lord protector de la Corona".

Más de 30 acusados

En este juicio, el comisario comparece como principal imputado, si bien congregará a más de 30 acusados, entre los cuales destacan su socio, Rafael Redondo, y su mujer, Gemma Alcalá, así como el comisario Enrique García Castaño, que se enfrentan a penas de 102, 86 y 87 años de prisión, respectivamente. No obstante, algunos acusados han llegado a acuerdos de conformidad con la Fiscalía.

Este primer juicio de Tándem llega casi cuatro años después de que el comisario Villarejo fuera detenido por una causa que ha ido engordando hasta configurar un puzle de más de una treintena de piezas separadas referidas a los numerosos y varios encargos que recibió a través de CENYT, su grupo empresarial, radicado en la Torre Picasso de Madrid. De acuerdo con las indagaciones dirigidas por el juzgado central de instrucción número 6, el denominador común de las piezas separadas, más allá de quien le contratara —desde grandes empresas del IBEX 35 a particulares— y por qué, es que Villarejo habría asumido estos trabajos siendo comisario en activo y se habría valido de los recursos policiales a su alcance para cumplir con sus clientes.

La Fiscalía Anticorrupción reclama para Villarejo una pena de  109 años de prisión, multas que superarían los 950.000 euros —a las cuales habría que sumar las indemnizaciones, de las cuales respondería solidariamente al lado de las otras personas que resultaran condenadas—, así como inhabilitaciones para ejercer cargo y empleo público y para el sufragio pasivo.