"No hay ningún influjo que se pueda atribuir ni a Junqueras ni a Romeva, ni expreso ni explícito, a favor de la violencia, sino al revés, a favor de la calma, de la no violencia y del civismo". Así de contundente se ha expresado el abogado de los dos políticos, Andreu Van den Eynde, en la presentación de su informe final al juicio en el procés. El letrado que defiende Oriol Junqueras y Raül Romeva ha hecho un defensa de los dos políticos acusados, donde ha destacado que son compañeros "de toda una vida" con respecto a la "ética y la moral", y ha puesto en valor sus posicionamientos cristianos y pacifistas, respectivamente, para desvincularlos de cualquier hecho violento.

Van den Eynde ha utilizado su última intervención en el juicio para criticar en la Fiscalía, a quién ha acusado de hacer una exposición de los hechos con un "sesgo" y "exageración" que "les resta credibilidad", y ha aprovechado las contraadiciones entre las acusaciones del Ministerio Fiscal y la Abogacía del Estado -un hablante de rebelión y el otro de sedición- para evidenciar la construcción de la causa. El letrado también ha querido avisar que el tribunal sentará jurisprudencia y "generará el código penal a aplicar a la disidencia política", y ha denunciado que las acusaciones intenten aplicar el "derecho penal del enemigo".

Centrándose en los hechos de los que se acusa al suyos clientes, Van den Eynde ha recordado que Junqueras el 20-S pidió a los manifestantes concentrados delante de la Conselleria "calma y tranquilidad" y ha destacado su creencia cristiana por desvincularlo de la voluntad que hubiera violencia. Con respecto a Romeva, el abogado ha criticado que se le imputen los hechos del 20-S cuando él aquel día estaba de viaje a Madrid, y ha recordado que no participó en ninguna de las reuniones que la Fiscalía utiliza como aparte de la acusación. También ha puesto en valor su currículum pacifista y de defensa de los derechos humanos para evidenciar que la acusación no tiene fundamento.

Finalmente, el letrado ha instado al Supremo a tomarse la sentencia como una "oportunidad" para resolver el conflicto e ha instado a devolver "la pelota a la política" y abrir una negociación.