La convención del Partido Popular en Valencia ha cerrado con la promesa del líder del PP, Pablo Casado, de llevar al presidente Carles Puigdemont al Tribunal Supremo. Los simpatizantes del Partido Popular se han tomado a rajatabla las proclamas de Casado y en una fiesta posconvención en un restaurante de Valencia, han gritado desbocados: "¡Puigdemont, a prisión!".

En una fiesta desatada, sin mascarillas ni distancias de seguridad, han gritado repetidamente contra el presidente Puigdemont: "¡Puigdemont, a prisión!".

 

Palau Alameda

El espacio se trata del Palau Alameda, un local gastronómico que disfruta de tres salas y que está a 10 minutos en pie de la plaza de Toros de Valencia, lugar donde se ha llevado a cabo la convención del PP. Los simpatizantes del partido llenaron la Sala Alameda, un espacio habitual de actos de los populares.

Rajoy Palau Alameda EFEEl expresidente del Gobierno Mariano Rajoy en un acto electoral en el Palau Alameda EFE

El lugar escogido no es un sitio cualquiera. Allí el PP ha celebrado todas sus victorias electorales, tanto las elecciones autonómicas, como las municipales.

La convención del PP

En la convención del PP, Pablo Casado ha insistido en que no "consentirán la ruptura de la ley ni la convivencia" y que "no dejarán solamente a los constitucionalistas catalanes", a diferencia del PSOE, que los ha "traicionado". Los populares quieren contundencia y ha aprovechado el cuarto aniversario del referéndum del 1-O para defender que "hicimos lo que teníamos que hacer" y que lo volverán a hacer si es necesario.

"Lo haremos con firmeza y duración", ha remachado, antes de prometer "llevar a Puigdemont al Tribunal Supremo, aunque tengamos que viajar hasta el último país de Europa". Parte del público ha respondido con gritos de "Puigdemont a prisión".

Casado, soltado

Después de proclamar el "constitucionalismo militante", el dirigente conservador ha hecho y renovado toda una serie de promesas. En primer lugar, que volverá a penalizar la convocatoria de referéndums, que reformará la rebelión para que no sea necesaria la violencia o que prohibirá los indultos a los condenados por sedición. Pero no se ha quedado aquí. Casado también ha planteado la recentralización de las competencias de prisiones de Catalunya y el País Vasco, la retirada de la financiación a organizaciones "que promuevan la violencia", "acabar con la propaganda independentista a los medios públicos" modificando la ley audiovisual o el cierre de las "falsas embajadas catalanas", entre otras cosas.

Finalmente, se ha comprometido a aprobar una "ley de símbolos" para que no queden impunes las "quemas de banderas y las humillaciones al Rey" y una "ley de lengua para garantizar el español en todos los ámbitos públicos y la administración".

Imagen principal: Captura del vídeo de los gritos contra Puigdemont