El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha recibido una buena bronca de dos comerciantes de la estación de tren de Madrid Atocha. La visita del ministro era para corroborar cómo el espacio se ha adaptado a las nuevas normas marcadas por el coronavirus pero el discurso, que tenía previsto pronunciar tan sólo para una multitud de periodistas, ha recibido la visita inesperada de dos ciudadanos indignados. Propietarios y trabajadores del pequeño comercio de la estación han visto cómo tenían que cerrar el negocio pero Adif incumplió la promesa del presidente español Pedro Sánchez y les ha cobrado el alquiler de los últimos meses confinados.

Durante la visita de Ábalos se ha podido escuchar cómo le decían "sinvergüenza" "teenes mucha cara" o insultos como "hijo de puta" por parte de una trabajadora que ha recibido un ERTE. El ambiente se ha tensado por la actitud de Ábalos que con una sonrisa decía que todo lo que les recriminaba "no era verdad".

La presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, ha intentado calmar los ánimos asegurando que trabajarán para acordar moratorias o bonificaciones coincidiendo con el final del estado de alarma. Rápidamente la han tildado de "mentirosa" y le han preguntado: "¿Cómo pagaremos el alquiler si no tenemos ingresos?". El silencio de Pardo de Vera a la respuesta ha sido bastante ilustrativo.

Por su parte, los empresarios se están planteando cerrar los negocios de la estación de Atocha. Lamentan que cuando han estudiado esta posibilidad, desde Adif se les ha informado que la penalización para romper el contrato puede llegar a los 40.000 euros.