"Las recomendaciones que hace el Consejo de Europa son como una amnistía de facto". Así de contundente se ha manifestado la consellera de Exteriors, Victòria Alsina, a la hora de valorar el documento aprobado este lunes por el Consejo de Europa, texto que pide la libertad de los presos políticos, la suspensión de las euroórdenes y la reforma del delito de sedición en el Código Penal.

En declaraciones al programa El Món a RAC-1, la consellera Alsina ha destacado que de la parte dispositiva del texto se puede interpretar que se trata de una amnistía de facto. "No se dice la palabra amnistía, pero trata el tema de los presos, del exilio, el hecho de poder expresar las opiniones políticas, de diálogo abierto sin recurrir al derecho penal...", ha indicado Alsina.

Consejo de europa ACN

La sede del Consejo de Europa, en Estrasburgo / ACN

Recomendaciones a tener en cuenta

La responsable de Exteriors ha destacado la importancia de la resolución aprobada por el Consejo de Europa dado que, al tratarse de "el organismo internacional más importante en la garantía de los derechos humanos", sus recomendaciones, a pesar de no ser vinculantes, las tienen en cuenta tanto los tribunales de justicia europeos como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH)

Capítulo aparte ha merecido la valoración del papel del PSOE y el PP en la votación celebrada este lunes en el Consejo Europeo. Alsina ha lamentado el papel del Gobierno y de los populares españoles. "Se han quedado solos", ha destacado. Así, ha recordado que el 75% de los representantes españoles han votado en contra de unas recomendaciones que han obtenido el voto favorable del 88% de los diputados de los grandes partidos.

El texto votado a la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, con el título Tendrían que ser perseguidos los políticos por las declaraciones hechas en el ejercicio de su mandato?, se aprobó con 70 votos a favor, 28 en contra y 12 abstenciones después de un tenso debate y de una votación en que se rechazaron una tras otra todas las enmiendas impulsadas por los diputados españoles que intentaban rebajar algunos de los puntos clave del documento.

Imagen principal, la consellera de Exteriores, Victòria Alsina / ACN