¿Por qué? Ya hace dos años que esta pregunta martillea a las víctimas de los atentados del 17-A. A raíz de las recientes revelaciones de Público todavía les resuena con más fuerza. Dentro de un mes se conmemorará el segundo aniversario de la matanza. Coordinados por la Unidad de Atención y Valoración de los Afectados por el Terrorismo y según adelantan a ElNacional.cat, preparan una comparecencia para exigir que se depuren responsabilidades y denunciar el poco caso que reciben del Gobierno.

Aquel fatídico agosto de 2017 perdieron la vida 16 personas, aparte de los 8 miembros de la célula que también murieron, o bien abatidos o bien como consecuencia de la explosión de Alcanar. La onda expansiva de los ataques, sin embargo, llega a centenares de personas más. Según cálculos de la UAVAT, unas 180, las que hasta ahora han podido localizar. Son los familiares de las víctimas mortales, pero también los heridos y el colectivo de víctimas presenciales que arrastran secuelas psicológicas.

Desde la entidad acumulan toda una retahíla de exigencias que siguen chocando con la indiferencia o el silencio del Estado. Ahora que han salido a la luz las investigaciones periodísticas que despiertan el interrogante de si la matanza se podría haber evitado, trabajan la manera de denunciarlo públicamente a través de una rueda de prensa la próxima semana. Los que ya tenían sospechas las ven más fundamentadas, y quienes no se las habían planteado, empiezan a tener sus dudas. Quieren la verdad.

Respuestas y consecuencias

A nivel judicial, la causa por el 17-A ha finalizado la fase de instrucción y se encuentra todavía en secreto de sumario, pendiente de la apertura de juicio en la Audiencia Nacional. Las víctimas se han personado a través de la asociación.

Pero al margen de este proceso, interpelan a la clase política. Consideran escandaloso que los principales partidos españoles -PP, PSOE y Cs- se hayan opuesto a crear una comisión de investigación en el Congreso para tratar de poner luz a las infinitas sombras que hay sobre los atentados del 17-A. Ahora, con nuevos motivos, volverán a presionar para que se acepte sacarla adelante.

Si bien son prudentes a la hora de sumarse a teorías de la conspiración que apuntan que el Estado estaba en el ajo de los ataques, sí que apuntan que hay indicios de negligencia. Por eso reclaman que se depuren responsabilidades, si hubo errores alguien tiene que dar la cara, dicen.

Alcanar también es terrorismo

La organización de víctimas exige que los hechos de la casa de Alcanar, donde los terroristas habían ubicado su centro de operaciones para preparar las bombas con que inicialmente pretendían atentar y que finalmente saltó por los aires la víspera del atropello de la Rambla y los apuñalamientos de Cambrils, sean considerados también un ataque terrorista. Allí, aparte de los terroristas muertos entre los cuales el imán de Ripoll, hubo una treintena de heridos.

Víctimas de segunda

Dos años después, las víctimas critican la desatención que reciben por parte del Estado. Se quejan abiertamente de que son víctimas de segunda. Denuncian que en un primer peldaño el Estado sitúa a los que murieron en manos del terrorismo etarra y que eran autoridades públicas, como el exconcejal del PP en Ermua Miguel Ángel Blanco. Por debajo, aseguran, están las víctimas civiles de ETA, el caso por ejemplo de los que sufrieron el atentado de Hipercor. En el último cajón, dicen, hay las víctimas de ataques yihadistas, los del 17-A, pero también los del 11-M.