El ex primer ministro francés, Manuel Valls, ha lamentado hoy en el diario Le Journal du Dimanche que Europa no haya mostrado un apoyo más firme al presidente de España, Mariano Rajoy, ante la crisis catalana. Valls ha indicado que se tiene que respetar a España y ser solidarios con las decisiones de Rajoy tenga que adoptar, y también ha lamentado que Europa no hubiera lanzado este mensaje antes del 1-O.

El exjefe de Gobierno socialista señala que la UE no se tiene que implicar en ningún tipo de mediación en el conflicto porque pondría al mismo nivel el gobierno central español y el Gobierno catalán. Valls ha asegurado que la independencia de Catalunya abrirá una "caja de Pandora" en Europa que se traduciría en la independencia de otras regiones como el País Vasco o el Norte de Italia. En este sentido ha añadido que Europa vive en paz desde hace 70 años, pero que la historia es trágica y no se tiene que jugar con las fronteras.

Valls, nacido en Barcelona, hijo de una familia de la burguesía catalana y nacionalizado francés desde 1982, afirma que la independencia de Catalunya "sería contraria a la identidad misma" de la región, fundada según su opinión en el sentimiento "catalán, español y europeo". También expresa su miedo a que surjan "deprisa reduccionistas y nacionalistas que explicarán que el gen catalán no es igual que el español o el francés" y que "para ser catalán se tiene que ser desde hace varias generaciones". Una tendencia que, considera, "es contraria en esta región que desde tiempo de los griegos y los fenicios se ha construido gracias a su apertura en el exterior".

El ex primer ministro francés también asegura que la salida de España supondría el abandono de la UE y de la zona euro, cosa que se traduciría "en un desastre económico que ya ha empezado con el abandono de empresas". Valls defiende la Constitución española, "una de las más democráticas del mundo", y recuerda que ha dado a Catalunya un estatuto de autonomía como hacia Europa. Y ha añadido que "el Estado español no es autoritario", que "los catalanes no son un pueblo oprimido" y que la actuación de las fuerzas del orden durante el 1 de octubre "no los convierte en una policía fascista".

El hombre que dirigió el Gobierno francés entre 2014 y 2016 asegura que en su país no se permitiría tampoco la independencia de una región fuera de la ley y que la policía gala también "se ha visto confrontada a problemas de orden público (...) sin haber recibido por eso consejos de los vecinos para actuar de forma diferente". Valls sostiene que los catalanes "se arriesgan a perderlo todo" si declaran la independencia unilateralmente donde incluye la autonomía, las empresas y, sobre todo, su manera de vivir juntos. Por eso, dice Valls que el futuro reside en el conjunto europeo y dentro de España, el ex primer ministro también añade que las fuerzas políticas españolas y catalanas, con diálogo, tienen que encontrar la vía para salir de la situación actual.