El gobierno de coalición PP-Vox a la Generalitat valenciana dejará el valenciano en la cuerda floja. Eso es el que se desprende de las pistas que está dando el futuro presidente, el popular Carlos Mazón, que está negociando con la extrema derecha el despliegue del acuerdo programático, que harán público previsiblemente este jueves. Uno de los elementos nucleares del entendimiento será la materia lingüística y, en este sentido, Mazón ha anunciado este miércoles que tiene la intención de eliminar la Oficina de Drets Lingüístics, a la que se ha referido como la "Oficina de Policía Lingüística".

A la espera de saber los detalles del acuerdo programático entre el PP y Vox, Mazón ha criticado el trabajo de esta oficina creada en 2017 por el gobierno PSOE-Compromís-Unidas Podemos para velar por el cumplimiento y la aplicación de la normativa legal sobre el uso de las lenguas oficiales en el País Valencià y, a la vez, canalizar las quejas, sugerencias y consultas de la ciudadanía "por discriminación lingüística". En este sentido, en una entrevista a la Cadena COPE, el líderes de los populares en el sur del Principado defensa que se tiene que eliminar "el ejército de asesores lingüísticos nombrados en dedo", restituir la figura de los inspectores educativos y finalizar lo que ha llamado "procés a la valenciana" que, a su entender, la izquierda hace ocho años que promueve en el País Valencià; así como se ha propuesto "sacar la ideología de las aulas". El presidente de los populares valencianos también ha lamentado el requisito lingüístico a la sanidad, donde para consolidar una plaza de médico, ha dicho, "vale lo mismo el valenciano que el doctorado en tu formación".

En la misma entrevista, Mazón ha afirmado que tiene "la persona" que tendría que asumir la consejería de Educación en el inminente gobierno, sugiriendo que caerá a manos del Partido Popular, y no de Vox, tal y como se había especulado provocando alarma en algunos ámbitos. En cualquier caso, el eje de la lengua y la materia educativa será uno de los campos de batalla del PP y Vox. En el esquemático principio de acuerdo que los dos socios enviaron este martes se situaban cinco ejes programáticos. El primero se titulaba "Libertad para que todos podamos escoger", en referencia a la escuela concertada; y el cuarto, "Señas de identidad, para defender y recuperar nuestras señas de identidad", aludiendo el predominio del castellano por encima del valenciano.

La importancia de los movimientos en el País Valencià se tendrán que analizar también como banco de pruebas de lo que puede suceder a todo el Estado si el PP y Vox ganan las elecciones generales del 23 de julio. De entrada, y pensando en el plan para Catalunya, Alberto Núñez Feijóo ya ha planteado que recuperará el delito de sedición, derogado por el gobierno central y Esquerra, endurecerá el de malversación y contempla aumentar la inspección educativa para hacer cumplir el 25% del castellano en las aulas en las cuales las familias lo hayan pedido.