El gobierno vasco ha apostado por una "solución política negociada" a Catalunya pero sin hacer referencia a un referéndum. En un comunicado, el gobierno de Íñigo Urkullu ha considerado que la manera de gestionar el conflicto en los últimos días "ha desbordado algunos límites" y ha reivindicado que "ni la imposición ni la vía judicial, y mucho menos la vía penal, son la solución". Ha añadido que hace falta trasladar el conflicto de un marco de "enfrentamiento agonístic" en otro de "diálogo político e institucional" y evitar cualquier forma de fractura social o política. Por eso, afirma que la responsabilidad es "articular mecanismos consensuados para que las sociedades y los pueblos puedan expresar su voluntad sobre su futuro".

El ejecutivo vasco manifiesta que hasta el momento se ha pronunciado con "prudencia y respeto" con relación a la vía y las decisiones prisas para|por la sociedad y las instituciones catalanas. Añade que ha defendido el diálogo y la negociación política como la mejor vía para encontrar una solución, apuntado el modelo escocés "como un referente para conjurar el principio de legalidad con el democrático" y explica que ha decidido hacer un "pronunciamiento expreso" después de que se hayan "desbordado" algunos límites en la manera de afrontar el conflicto.

Llegados a al situación actual, el gobierno vasco afirma que el primer caso de que hay que dar es el reconocimiento de la existencia de un conflicto entre voluntades sociales mayoritarias, que con respecto a su proyecto nacional "se manifiestan de formas divergentes en Catalunya, Euskadi y el resto del Estado español". En el caso catalán, se reclama pasar "del callejón sin salida a la mesa de diálogo" con el objetivo de evitar no sólo una fractura social o política interna sino también entre territorios e instituciones.

El ejecutivo de Urkullu propone promover "un proceso de diálogo político e institucional" que" permita "conciliar democráticamente" las aspiraciones mayoritarias de las sociedades española, vasca y catalana. "El Gobierno tendría que abrir la puerta a una solución política negociada. La voluntad de diálogo se demuestra con gestos muchos sencillos. Tan sencillos como abrir la puerta al diálogo, con voluntad de acuerdo y acuerdo", concluye.