El lehendakari vasco, Íñigo Urkullu, ha confirmado este jueves por la tarde que las próximas elecciones autonómicas en el País Vasco se celebrarán el 21 de abril, tal como ya se había adelantado esta mañana. La campaña caerá en plena Semana de Pascua. Estas elecciones abrirán un nuevo ciclo en el País Vasco dado que Urkullu no se presenta a la reelección. La comparecencia para anunciar la fecha de las elecciones será posiblemente su última intervención pública como lehendakari. El 21 de abril era la fecha que la mayoría de los partidos vascos contemplaban como posible para los comicios.

 Según una macroencuesta del medio público vasco EITB, el PNV —ahora sin el lehendakari Íñigo Urkullu por primera vez desde 2012 y con el debutante Imanol Pradales como candidato— volvería a ganar los comicios, pero lo haría con una victoria muy ajustada, con EH Bildu a solo dos escaños, después de un gran crecimiento de los abertzales, que este año estrenan también nuevo candidato: Pello Otxandiano. En todo caso, ninguno de los dos obtendría la mayoría absoluta de 38 escaños, por lo que tendrían que pactar con otras formaciones para una eventual investidura y/o formar gobierno.

El PNV obtendría nuevamente la victoria con 28 escaños y un apoyo del 35,8% del electorado, lo que, eso sí, supondría una caída con respecto a los 31 asientos que obtuvo Urkullu en las últimas elecciones de 2020, con los que fue investido lehendakari, gracias también al apoyo de los 10 diputados del PSE-EE/PSOE. Muy cerca quedaría EH Bildu, a los que la encuesta de EITB atribuye un crecimiento de 5 escaños, hasta los 26, con un 32,1% del apoyo electoral. La candidatura de Otxandiano conseguiría la mejor marca histórica del partido que lidera Arnaldo Otegi, superando los 21 asientos de Laura Mintegi en 2012 y de Maddalen Iriarte en el 2020.