El fascismo vuelve a la calle. El diputado de ERC en el Congreso Gabriel Rufián ha sido increpado este domingo por la mañana por un grupo de ultras en la entrada de la presentación de su último libro. Esta vez ha pasado en Dénia, en el País Valencià, cuando una decena de hombres con banderas falangistas y franquistas han regañado e insultado el republicano.
Tal como se puede ver en las imágenes del momento, lo han hecho a cara descubierta y ante la policía española, que se ha limitado a separar a los ultras de Rufiàn.
Vídeo: El momento en que un grupo de ultras ha increpado a Rufiàn en Dènia / Joan Mangues
Precisamente, el diputado presentaba el libro El 15-M Facha, que habla sobre el ascenso del fascismo actual y propone políticas sociales y un fortalecimiento público para combatirlo. "Hoy ya no te llama por la calle Viva España y viva Vox a un hombre engominado con mocasines caros; hoy te lo llaman los chicos llenos de polos que salen de la obra. Cuando el fascismo interpela a la clase obrera, gana. Y eso es lo que está pasando", explica Rufián como hipótesis principal de su libro y que el ataque de hoy ha evidenciado.
Después de la presentación, el diputado a compartido el vídeo en las redes. "Tienen balas para todos. Siempre en pie", ha replicado.
Segundo ataque al País Valencià
En una presentación este mismo sábado en Alicante, un grupo de skinheads le colgó un cartel con la frase "traidor a la patria" y laun arma cerca de donde el diputado se encontraba firmando los libros. Cuando el acto acabó, Rufián se acercó a firmar la pancarta con la frase "Viva la tierra".
En este acto, Rufán ya alertó que este tipo de escarnios son cada vez más habituales y lamentó la impunidad de la extrema derecha en España. "Ser independentista en el País Valencià es una heroicidad. ¿Cómo es posible que gente que cobra el salario mínimo vote VOX? Hay mucha gente que vota en contra sus intereses pensando que vota a favor de sus principios. Las izquierdas nos tenemos que hacer cargo de la injusticia social. Porque si no lo hacemos nosotros, lo harán otros", aseguraba en este sentido.
Imagen: Gabriel Rufián durante el acto de ayer / ERC
"Orgullo" por "incordiar a nazis"
Al ser preguntado por estos hechos, Rufián ha expresado su "orgullo" por "incordiar a nazis" y se ha mostrado "consciente" que tendrá "delante" a determinadas personas por "defienden determinadas ideas". "He tenido trabajos peores", ha indicado.
Rufián ha invitado a preguntarse si "algunas de las personas nazis" que le han proferido insultos este domingo "cobran el salario mínimo, porque, ha incidido,"yo voto a favor de subirlo"."Puede ser que voten a gente que está en contra de aumentarlo, la pregunta es por qué", ha reflexionado.
Denuncia la empatía de algunos guardias civiles hacia los nazis
Por otro lado, el portavoz de Esquerra ha asegurado que en el País Valencià "hay un problema muy grande con los nazis": "Trabajo desde hace cinco años a Madrid, todo el mundo se puede imaginar el que he vivido, también en Cataluña, pero el del País Valencià no lo he visto en ningún lugar. He visto a policías y guardias civiles que prácticamente los faltaba hacerse una selfie con los nazis".
En este sentido, se ha planteado "por qué personas de clase trabajadora interpelan de este modo", puesto que, a parecer suyo, "que un rico defienda posiciones reaccionarias es que tiene conciencia de clase, pero que lo haga alguien con problemas de exclusión social ... Es una pregunta que nos tenemos que hacer".
Un "posible problema da las izquierdas"
Rufián ha indicado que se trata de un debate "muy largo", aunque ha apuntado que "quizás" sea un "posible problema de las izquierdas", y ha denunciado la "impunidad" de estas posiciones "extremas".
"En el País Valencià ha habido una maquinaria de corrupción llamada PP durante mucho de tiempo, todas las izquierdas se han tenido que juntar y queda mucho trabajo a hacer", ha señalado. Finalmente, ha apostado para "continuar viviendo y haciendo frente para demostrar que esta gente ni ganar hace 80 años ni ganará ahora".
Imagen principal: El momento en que un grupo de ultras ha increpado a Rufiàn en Dènia / Joan Mangues