La Universidad de Barcelona ha sido condenada por el manifiesto que publicó al conocer la sentencia de los presos políticos del 1-O, en que se denunciaba "la deriva autoritaria" de los poderes del Estado, revindicaba la autodeterminación de Catalunya y exigía la inmediata puesta en libertad de los presos. La jueza considera que esa declaración "vulnera el derecho a la educación, a la libertad de expresión y de libertad ideológica", por lo que ha declarado nula esta resolución y ha condenado al campus a publicar la sentencia en su web y a pagar las costas. 

La plataforma Universitaris per la Convivència denunció los hechos y el juzgado de lo contencioso-administrativo número 3 de Barcelona ahora lo ha condenado por haber “vulnerado la neutralidad ideológica” del centro. La Universitat de Lleida, la la Universitat Autònoma de Barcelona, la Universitat Politècnica de Catalunya, la Universitat Rovira i Virgili, Universitat Pompeu Fabra y la Universitat de Girona también publicaron el manifiesto, pero en estos casos no ha llegado a los tribunales.

"La universidad forma parte de la administración pública y no es una institución de representación política. Por tanto, está sometida al deber de neutralidad y ese deber implica que la universidad no puede asumir como propia una posición política determinada, y menos cuando esa posición es manifiestamente contraria a los valores y principios del ordenamiento jurídico vigente", afirma la sentencia. Además, obliga a la Universidad a publicar la sentencia en su página web durante un mes. 

Sobre el manifiesto

El manifiesto, que había sido aprobado en el claustro de la universidad, calificaba de injusta a la sentencia del procés, exigía el sobreseimiento de todos los procesos en curso relacionados con la consulta soberanista y rechazaba la represión y la violencia policial del Estado.

La iniciativa partió del acuerdo de miembros de los colectivos de las diversas universidades catalanas de impulsar un claustro extraordinario en cada universidad cuando se conociera la sentencia del juicio del Supremo, para leer una declaración conjunta contra la represión del Estado y someterla a votación. El manifiesto fue aprobado por todas las universidades públicas catalanas, por lo tanto, por los respectivos claustros, que son el máximo órgano de representación de la comunidad universitaria. Además, en todos los casos, los votos favorables superaron las tres cuartas partes del cuórum, es decir, han sido aprobados por amplias mayorías.