El camino hacia el 26-J va asentando posiciones. La nueva coalición de izquierdas, Unidos Podemos, empieza a dejar atrás el PSOE y triunfaría en las urnas con tres puntos más que los de Pedro Sánchez. Mientras tanto, el inmovilismo de Mariano Rajoy podría ser un buen aliado por el presidente en funciones, que ayudaría al PP a seguir subiendo escalones en la carrera electoral y se consolidaría como primera fuerza con más votos que el 20-D, concretamente 1,2 puntos más.

Así se extrae de la nueva encuesta de El País, que confirma el sorpasso de la formación que une los de Pablo Iglesias con los de Alberto Garzón a los socialistas. La nueva coalición de izquierdas conseguiría un 23,2% que, a pesar de ser un punto y dos décimas menos que la suma de las dos formaciones el 20-D, el hecho de ir juntos les daría más escaños que en las últimas elecciones.

Ahora bien. También podría ser que, según el reparto territorial de los votos, Unidos Podemos alcanzara más votos que el PSOE, pero consiguiera menos escaños que ellos porque sus votantes se encuentran en zonas muy concretas como Catalunya.

 

La participación cae en picado

La frustración y cansancio de la ciudadanía para tener que repetir nuevas elecciones podría ir de la mano de una caída importante en la participación el próximo 26-J. Según la encuesta, pasaría del 73,03% del 20-D a un 68% en estos nuevos comicios.

Eso favorecería a Rajoy porque los votantes del PP son más fieles que el resto y, además, están encantados con el discurso de escoger entre la "moderación o el extremismo de izquierdas", que aparta la coalición de izquierdas de un escenario bipartidista, el favorito de los populares.

Menos suerte tendrá Sánchez, que perdería un 1,8% de los votos y encajaría los peores resultados de su historia, después de que el 20-D ya batiera un récord en este sentido. Y no sólo eso. Tendrá que ver como aquellos con quienes no consiguieron llegar a un acuerdo, les pasarían la mano por la cara estableciéndose como segunda fuerza.

Ciudadanos mantendría su dinámica e incluso incrementaría en un 1,6% los votos con respecto a diciembre. Pero la situación puede no pintar tan bonita como parece. El problema que tendrían los de Albert Rivera sería la baja participación porque sus votantes son los que tienen más dudas sobre si ir o no alas urnas el próximo 26-J.