Nueva muestra de diferencias entre los grupos independentistas en el pleno del Parlament. La unidad de los tres grupos con respecto al proceso se ha roto en la votación de una moción de la CUP que apostaba por "detener todo diálogo político con el Estado que no tenga por condición previa el reconocimiento al derecho a la autodeterminación" y que pedía avanzar "unilateralmente" en el ejercicio de este derecho.

JxCat y ERC habían presentado enmiendas a la moción que rebajaban el tono del texto de los anticapitalistas, pero estos no las han aceptado, por lo que los dos puntos de la moción han sido rechazados. Sólo la CUP ha votado a favor, JxCat y ERC se han abstenido y el resto ha votado en contra.

En las enmiendas presentadas, los dos grupos que conforman el Govern cambiaban la palabra "parar" por "impulsar un proceso de diálogo basado en el reconocimiento de la autodeterminación" y hablaban de no "renunciar a ninguna vía democrática y pacífica", pero sin hacer una referencia específica a la unilateralidad.

La moción también apostaba por desobedecer el techo de gasto, expropiar las viviendas vacías y no reprimir los movimientos sociales con violencia policial. Estos puntos han recibido el apoyo de los comunes, mientras que JxCat y ERC se han vuelto a abstener y el resto ha votado en contra, por lo que también han quedado rechazados.

Desde JxCat han acusado a la CUP de presentar una moción para "marcar perfil" y que "no buscaba ser aprobada".

Sin embargo, sí que se han podido sacar adelante algunos puntos de la moción. Por ejemplo, se ha aprobado con el apoyo de independentistas y comunes "que la Generalitat se persone como acusación particular en todas aquellas causas que repriman y criminalicen la protesta y la disidencia política".

También se ha aprobado, en este caso por unanimidad, que el Govern "expulse del espacio público las expresiones del fascismo, el nazismo, el machismo, el racismo y la homofobia".