La extraordinaria trascendencia de la sentencia que tendrá que dictar el tribunal que juzga el procés se ha convertido esta mañana en uno de los argumentos esenciales de los informes finales de los abogados de las defensas del 1-O. El abogado de Oriol Junqueras y Raül Romeva, Andreu Van den Eynde, ha perfilado este juicio como una oportunidad para superar la crisis y "una mano tendida para solucionar este conflicto". "Eso es lo que esta sentencia tendría que ser", ha advertido en los últimos instantes de los su informe de dos horas.

Delante de una sala repleta, que después de semanas con asientos vacíos ha vuelto a recuperar con los informes finales el interés de las primeras jornadas, Van den Eynde ha descrito la situación en Catalunya advirtiendo que la política no desaparecerá y que la gente no dejará de protestar ante el bloqueo, por lo cual ha reclamado "devolver la pelota a la política".

El letrado ha explicado que en Catalunya lo que hay es indignación, como se desprende de algunos de los testigos que se han escuchado en la sala, incluido el del lehendakari Iñigo Urkullu. Se trata ni más ni menos, según ha dicho, de una evolución de la desafección a que se refirió el president José Montilla el año 2010. "Espero haberlos ayudado a hacer la mejor de las sentencias, pero sobre todo, la sentencia que resuelva conflictos esta es el valor más honesto y noble de la administración de justicia", ha concluido.

También el abogado de Joaquim Forn, Xavier Melero, el segundo que ha intervenido esta mañana, ha advertido al tribunal que este juicio tiene que demostrar a los ciudadanos que el derecho penal "no es política ni derecho constitucionales, pero es derecho constitucional aplicado". "Mucha gente ha decidido que el derecho penal no dispone de instrumentos ni estructuras para enfrentarse a la disidencia política masiva. Tenemos que demostrar que desde su modestia práctica y operativa el derecho penal está en condiciones de dar respuesta a lo que aquí se ha planteado", ha instado.

En el momento en que ha tomado la palabra Van Den Eynde ya había advertido que no hay precedentes de este proceso sobre disidencia política, que se ha convertido en una "causa general" en que se está investigando un movimiento político independentista. "Se persigue una ideología", ha llegado a asegurar después de explicar que hace años que se está investigando a sus responsables.

Golpe de estado

Los reproches ante el hecho de que la Fiscalía describiera cómo un golpe de estado el procés han estado presente en los informes de los dos abogados. De hecho, uno de los damnificados de la jornada ha sido el jurista Hans Kelsen cuya teoría citó el fiscal Javier Zaragoza, para acusar a los responsables del 1-O de golpe de estado. Van den Eynde lo ha considerado superado y Melero lo ha descrito como "un tópico más que trillado". De hecho, Melero ha reprochado a Zaragoza que Kelsen le fue muy útil para hacer aparecer a los nazis ante el tribunal, cuando recordó la persecución que sufrió Kelsen, con el objetivo de "contaminar" el juicio.

No sólo eso, el abogado de Forn ha exigido no banalizar el concepto de violencia. "Es una falta de respecto a nuestros muertos", ha advertido reprochando que el fiscal Fidel Cadena se le escapó que la historia militar española hay muchos pronunciamientos incruentos. "No hay más que traer a colación el 18 de julio de 1936", ha lanzado.

Melero, que ha asegurado que "los únicos actos concluyentes acreditados son actos de abandono del poder" y "que el Govern no hizo ninguna DUI digan lo que digan", ha trinchado la "posmoderna rebelión" de la Fiscalía, ha desactivado el relato de la violencia y ha cargado contra los dispositivo policiales que tenía que haber coordinado Diego Pérez de los Cobos. De hecho, no sólo ha dejado claro que no se está juzgando a la policía y sus cargas, sino que ha asegurado que era él quien estaba defendiendo a la Guardia Civil y el CNP, "dejando claro la ineptitud de sus mandos que los condujeron a una situación endemoniada" que ha provocado un daño irreparable en su imagen.

Al cerrar su informe, Melero ha abierto un capítulo de agradecimientos en qué, aparte del papel del responsable de los vídeos, Paco -"sólo él es necesario y el resto somos contingentes"- y a la auxiliar de la sala, Piedad, ha agradecido la función a la policía responsable de la orden y la seguridad en la sala. "Quien critique a la policía no conoce a la policía", ha advertido.

El letrado ha acabado citando la película Amanece que no es poco donde el actor José Sazatornil encarnaba a un guardia civil catalán en un pueblo albaceteño en el cual el peor problema público era criticar a William Faulkner porque eran "fanáticos" de Luz de Agosto. "Eso espero, reconstruyamos una España donde sólo discutamos por William Faulkner", ha concluido.