Jordi Turull, Carme Forcadell y Dolors Bassa cierran la ronda de declaraciones que ha habido esta semana en el Tribunal Supremo, donde se han comunicado los delitos por los cuales se les pretende juzgar: rebelión y malversación.

De momento, todos los presos políticos que han pasado por la sala de vistas han sido mucho más contundentes que en ocasiones anteriores, a excepción de Joaquim Forn, que reprochó a Pablo Llarena que ha renunciado a su carrera política y a pesar de todo continúa en Estremera. Forn también aprovechó para pedir de nuevo que lo dejaran en libertad, y los próximos días su nuevo abogado, Xavier Melero, formalizará la petición. El resto, sin embargo, cambiaron el discurso e hicieron un alegato sobre sus convicciones y cuestionando el criterio judicial y la separación de poderes, así como la denuncia de la vulneración de derechos y la falta de fundamento jurídico para imputarles los delitos de rebelión y malversación.

Habrá que ver hoy si Turull, Forcadell y Bassa plantan cara a Llarena o mantienen la estrategia que han llevado hasta ahora de mostrar el cambio de rumbo en sus carreras políticas e intenciones con el fin de poder conseguir salir de la prisión. Forcadell y Bassa renunciaron a su escaño de diputadas justamente antes de la última declaración donde el magistrado ordenó su ingreso a prisión y de nada sirvió. Ante esta situación podrían actuar como lo han hecho el resto y defender sus convicciones sin plantearse que eso sirva para salir o no de la prisión.

Por otra parte, hoy, también el abogado de Josep Rull, Jordi Pina, presentará en el Supremo los correos electrónicos que sirven de prueba para desmentir que el conseller de Territori i Sostenibilitat negó la entrada en el Puerto de Palamós de uno de los barcos donde se alojaba la policía española que vino de refuerzo para el referéndum del 1 de octubre por criterios técnicos. Es uno de los argumentos que defendió ayer Rull en su alegato, el más duro de los que se han hecho hasta ahora.

Tampoco se sabe todavía qué línea cogerá Jordi Turull. Si la de su compañero Rull o la de Joaquim Forn, que entronca más con su discurso del pleno de investidura del 22 de marzo donde apelaba al diálogo con Madrid.

Después de las declaraciones de hoy, faltará todavía la comparecencia del resto de procesados que no están en la prisión. El juez los podría citar de cara al 7 de mayo.