El futuro del Govern de la Generalitat está en juego en la consulta a la militancia de Junts per Catalunya que se celebrará este jueves y viernes. La mayoría de sus dirigentes y altos cargos han ido tomando posición. Hoy mismo lo han hecho los consellers Jaume Giró y Gemma Geis o la propia presidenta del partido, Laura Borràs. Pero hay una excepción muy relevante: la de Jordi Turull, secretario general del partido. Turull había asegurado que se pronunciaría y "no se pondría de perfil". Sin embargo, después de la advertencia de "neutralidad" hecha por la Sindicatura Electoral de la votación, ha renunciado a hacerlo. A pesar de todo, es sabido que se sitúa en la órbita de los que apuestan por permanecer en la Generalitat.

Este mismo mediodía, la Sindicatura Electoral ha acordado "instar a las personas que ocupan cargos internos, los órganos colegiados, incluidos los unipersonales y los representantes a las instituciones, se abstengan de utilizar estos cargos para favorecer cualquiera de las opciones de la consulta y se mantengan neutrales". Y por la tarde ha vuelto a hacer un segundo comunicado, después del pronunciamiento público de Laura Borràs, advirtiendo que han detectado "la utilización de la simbología oficial de Junts, como el logotipo o el color, hecho que puede inducir a confusión y llevar a pensar que son posicionamientos oficiales". Y ha reclamado "abstenerse" de hacer uso de esta simbología.

En este contexto es que Jordi Turull ha evitado pronunciarse. "Quería esperar a la sesión de control de hoy en el Parlament para hacer pública mi posición definitiva, pero atendida la apelación de la Sindicatura Electoral, como secretario general no lo haré", ha justificado el dirigente de Junts. Y ha añadido: "Es nuestra fortaleza y nuestra razón de ser. Gente de diferentes procedencias y opiniones, con debate interno, unidos para el 1-O. Son las virtudes que nos hicieron llegar más lejos que nunca como país y las que harán que consigamos la independencia".

El pronunciamiento de Borràs

En cambio, Laura Borràs, presidenta del partido y presidenta suspendida del Parlament de Catalunya, no ha dudado a la hora de posicionarse por la salida del Ejecutivo. Ha argumentado que el Govern de Pere Aragonès encabeza un "gobierno que no quiere liderar la independencia", que no tiene "legitimidad democrática" y que Esquerra ha dicho que "no a todo", a todos los intentos para "enderezar los incumplimientos". Y en el tuit lo deja claro: "Votaré no a quedarnos". La toma de posición ha llegado poco después de que la sindicatura electoral de la consulta haya pedido a los cargos orgánicos e institucionales de la formación que mantuvieran la neutralidad. Desde su entorno justifican que no contravienen la instrucción porque no ha utilizado su cargo interno para hacer campaña, que ha expresado su opinión en su cuenta personal.