El conseller encarcelado Jordi Turull ha avisado que si la sentencia de los juicios del 1-O es condenatoria será un "auténtico boomerang democrático" hacia aquellos "que se piensan que, con una sentencia de escarmiento a costa de lo que sea, acabarán con el independentismo". En una entrevista por escrito al programa Más 3/24 de Xavier Graset, también ha apuntado que a la vez puede ser un "revulsivo" para el independentismo.

Turull asegura que este será el resultado "si el juicio es injusto, como la instrucción" y si se mantiene el "relato absolutamente ficticio de la violencia". Sin embargo, ha pedido "no anticipar cosas que todavía tienen que pasar".

En cuanto a la decisión reiterada de mantener a los políticos catalanes en prisión preventiva, el conseller duda sobre si son "unos presos políticos o unos rehenes políticos del Estado". "No nos dejan en libertad por la actuación de otras personas y no de las propias, y, por si fuera poco, retiran las euroórdenes por los mismos delitos, hecho que ya es lo bastante elocuente de la solidez las acusaciones", ha añadido.

Por eso, su defensa se basará, por una parte, en "desmontar la parcialidad de la instrucción" y las "acusaciones infundadas" y, por otra, en denunciar y desenmascarar el Estado "por las innumerables vulneraciones de las garantías". "En este juicio, hay en juego qué legado de justicia, de democracia, de derechos y libertades queremos que quede", ha apuntado.

Pactar la discrepancia

Turull ha pedido "el máximo de unidad desde la máxima transversalidad" y esfuerzos para "pactar la discrepancia" entre los partidos independentistas. Uno de los últimos desacuerdos notables entre JxCat y ERC ha sido sobre la designación de los diputados suspendidos por el juez Pablo Llarena. El conseller acusa al juez de de intentar "disimular su exceso al aplicar un artículo pensado por los terroristas para suspender" sus funciones como diputados.

Así, ha defendido como "más consecuente" la decisión de su grupo de no designar un diputado sustituto aunque supusiera perder los votos. "Respetamos y pedimos respeto para los que lo veían de otra manera", ha recordado, mostrándose convencido que "la mayoría independentista existe y existirá políticamente porque así lo han dicho los ciudadanos en las urnas". Asegura que dentro de la prisión hablan "mucho los siete de todo, más que antes" e intentan "poner el máximo de perspectiva".

La misma unidad ha pedido de cara al nacimiento de la Crida, proyecto por el que está "muy ilusionado". Sobre la convivencia de la plataforma con el PDeCat, Turull no ve "ningún problema, sino al contrario".

Presupuestos

El conseller se ha mostrado sorprendido por como plantea el PSOE los intentos de conseguir el apoyo de los partidos independentistas a los presupuestos. "A veces, pienso que, en el fondo, no lo quieren, el apoyo, porque, a estas alturas, desde el gobierno del Estado, no se puede hacer menos, y lo poco que se hace, peor, para buscar según qué apoyos", ha asegurado.

El "cruel" coste familiar

Aunque Turull asegura que no se arrepiente de no haberse marchado al exilio, acepta que el coste familiar de la prisión es la "parte más cruel". Ha explicado que todas las llamadas que tiene las hace "a la familia y a nadie más" y que se encarga de tareas en la prisión para poder ver a la familia una vez más al mes.

También ha aprovechado para destacar el "padecimiento muy silente pero seguro que muy grande y diferente" de los padres de los presos. "Públicamente a menudo son los grandes olvidados, porque, por su edad y su estado de salud, no todos pueden participar de muchas cosas donde notarían este gran afecto y estima de la sociedad catalana", ha lamentado.