El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), ha emitido un auto por la cual suspende la denominación de "Representante Permanente" ante la Unión Europea de Amadeu Altafaj, como respuesta al recurso de la abogacía del Estado contra el decreto de nombramiento de este cargo, que desde hace más de un año recae en Altafaj. La Generalitat ya ha anunciado que recurrirá la decisión.

Según fuentes de la conselleria de Exteriors, la decisión judicial acuerda suspender como medida cautelar el uso de la denominación de "Representante Permanente" pero sólo se trata de una cuestión semántica que no afecta ni a las funciones ni al cargo que tiene asignado Alfataj.

Fuentes de Exteriors han asegurado también que en Bruselas los interlocutores de Amadeu Altafaj tienen muy claro qué objetivo tiene el Govern, que es desarrollar el mandato de las urnas. En este sentido, el delegado del Govern en Bruselas, Amadeu Altafaj, ha afirmado a través de su cuenta personal de Twitter: "Seremos lo que el pueblo de Catalunya decida que tenemos que ser". "Ningún tribunal ni gobierno español decidirá nuestro futuro. Som i serem", ha remachado Altafaj.

 

Cambio de denominación de la conselleria

El Tribunal Constitucional ya obligó a cambiar la denominación "de Asuntos Exteriores" en la nomenclatura de la conselleria con el argumento de que las competencias en política exterior son exclusivas del Estado, y ahora lleva el nombre de Asuntos y Relaciones Institucionales y Exteriores y Transparencia.

El TSJC considera que utilizar la denominación de "Representante Permanente" puede inducir a la confusión, ya que es una denominación de uso habitual a nivel internacional y podría generar equívoco en terceros Estados y organismos internacionales respecto del alcance de la acción exterior de la Generalitat.

Altafaj, que lleva un año ejerciendo el cargo, pedía a principios de semana en la Comisión Europea que "de forma discreta" dé apoyo a un "diálogo político normal" entre Catalunya y España "en línea con los estándares europeos mínimos". Coincidiendo con los actos de celebración de la Diada en Bruselas, Altafaj admitió que Catalunya es "una carpeta muy incómoda" para la UE.