La recusación del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TJSC), Jesús María Barrientos, está en marcha. El letrado de la administración de Justicia del TSJC ha acordado abrir una pieza separada para tramitar la recusación del presidente del TSJC que ha presentado el diputado de ERC,  Josep Maria Jové, por su crítica abierta a la ley de amnistía, según ha informado el gabinete de prensa del tribunal este lunes. El presidente del TSJC afirmó que una ley que “privilegia una parte ante el conjunto de la ciudadanía nunca podrá ser esgrimida como un elemento de pacificación, sino de discordia” e hizo referencia a "espacios de impunidad", en un discurso a finales de febrero en el Palacio de Justicia.

Jové sostiene que el presidente del TSJC  "ha perdido la apariencia de imparcialidad", exigida a todo juez, con estas declaraciones, y que se tiene que apartar del juicio del 1-O por sus "prejuicios". Además, el presidente del TSJC también tendría que interpretar la ley de amnistía, cuando sea aprobada, para resolver si encaja en los hechos y delitos por los cuales se acusa a Jové, Lluís Salvadó y la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, por la organización del 1-O.

Tramitación

Ahora, las defensas de los republicanos y las acusaciones, que en este caso además de la Fiscalía  también está Vox,  tienen que comunicar si apoyan la reclamación de Jové para que el presidente del TSJC se aparte de la causa del 1-O.  Y después el magistrado Barrientos tiene que responder si acepta apartarse. Finalmente, una sala (la llamada sala 77 por el artículo de la ley) formado por magistrados del TSJC analizará todos los argumentos y resolverá.

Cuenta atrás para el juicio

La ley fija que la recusación de un magistrado se ha de hacer diez días después de haber descubierto un motivo para se aparte de un juicio, como tener intereses particulares o falta de imparcialidad. Las declaraciones del presidente del TSJC fueron hechas a finales de febrero, y por eso, el TSJC ha admitido su tramitación.

La recusación del presidente del TSJC  llega en la cuenta atrás de la celebración del juicio a los mandos del líder de ERC, Oriol Junqueras, por el 1-O, que tiene que empezar el 10 de abril. La ley de amnistía es pensada para que Jové, Salvadó y Garriga se pudieran acoger de los primeros. El atraso de la aprobación de la ley del olvido penal sobre los hechos del Procés ha creado una situación difícil para los republicanos. La paradoja es que el juicio del 1-O al TSJC acabará casi justo cuando entre en vigor la ley de amnistía, la cual tendrá que ser estudiada por el alto tribunal catalán por si acepta aplicarla a Jové, Salvadó y Garriga. La fiscalía pide 7 años de prisión para Jové y 6 años para Salvadó, mientras que en Garriga, inhabilitación a cargo público.

 

 

En la foto principal, el presidente del TSJC, Jesús Maria Barrientos (a la izquierda), con el fiscal superior de Cataluña, Francisco Bañeres. / Foto: Irene Vilà Capafons