El Tribunal Supremo ha vuelto a denegar la libertad provisional a Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull, los tres en huelga de hambre. El alto tribunal ha tumbado la que puede ser la última oportunidad de los tres de salir en libertad antes del juicio.

Su defensa había registrado un escrito después de la presentación de las acusaciones donde alegaba que se habían modificado las circunstancias que los mantenían encarcelados. Entre ellas, que se vulneraba el derecho de ser iguales ante la ley porque, por ejemplo, la fiscalía pedía más años para el exjefe de los Mossos, Josep Lluís Trapero (en libertad), en la Audiencia Nacional que la Abogacía del Estado para ellos en la causa del Supremo.

Los magistrados redundan en argumentos ya esgrimidos en peticiones anteriores y dicen que nada ha cambiado. En el auto, también destacan que el hecho de que se hayan presentado los escritos de calificación es señal de que el juicio está cerca y que eso "no debilita la procedencia de la prisión preventiva sino que la refuerza su significado genuino".

El ponente de la resolución ha sido Manuel Marchena, que preside la sala de lo penal y que estará al frente del tribunal del juicio del 1-O. Fiscalía, Abogacía del Estado y Vox también habían posicionado en contra.

La defensa de los tres procesados sostenía, entre otros argumentos, que tanto el ministerio fiscal como la Abogacía del Estado habían solicitado "numerosa prueba" y que eso hacía prever que el juicio empezara "bien entrado el 2019". También argumentaban que, si están en libertad, se garantiza mejor el derecho a defensa porque tienen más facilidades para preparar un juicio que, presuponen, durará meses.