Los tres acusados de insultar y agredir a tres vecinos de Balsareny (Bages) han admitido hoy, en el juicio en la Audiencia de Barcelona, que participaron en la manifestación convocada por el partido ultra Democracia Nacional, pero han negado haber insultado a los dueños del bar El Casino y a un joven en febrero 2018, al grito de "independentistas de mierda". Los tres han justificado que fueron a la manifestación porque "en Balsareny y en Manresa hay gente increpada por los independentistas". Las víctimas, sin embargo, los han desmentido y los han identificado como los agresores. En concreto, a dos de ellos, las agresiones y al tercero, las amenazas.

Inicialmente, el fiscal del servicio de Delitos de Odio y Discriminación, Miguel Ángel Aguilar, les pide para cada uno de ellos, dos hombres y una mujer, seis años de prisión al considerarlos autores de tres delitos contra los derechos fundamentales en concurso con un delito contra la integridad moral, además de un delito leve de lesiones.  Alternativamente, el fiscal ha planteado que se los condene por tres delitos de amenazas con la agravante de discriminación ideológica, a la misma pena de seis años de prisión. "Los agredieron para ser diferentes sin que las víctimas ni que se identificaron, y todos tienen que responder por todos los hechos", ha afirmado el fiscal.

La abogada de los vecinos también les pide penas de prisión, como el fiscal, y ha asegurado que "los vecinos les tenían miedo y por eso cerraron ventanas y locales". Ha añadido que "ha quedado claro que iban a increpar a un pueblo, donde decían que había una familia afectada", por los independentistas. "Se ha afectado la dignidad de estas personas y se ha de restaurar", ha reclamado la letrada. Los dos abogados de los acusados han pedido su absolución.

 

Declaraciones

En el juicio, en la sección séptima de la Audiencia de Barcelona, Antonio Castellón, que se ha declarado simpatizante de Democracia Nacional, ha declarado al tribunal que en la manifestación en Balsareny, el 17 de febrero 2018, hacía de seguridad ante la protesta y que no agredió ni insultó a nadie del bar El Casino. De forma desafiante ha contestado a las preguntas del fiscal del servicio de Delitos de Odio, Miguel Ángel Aguilar, que fueron a la protesta "para ayudar a una familia molestada por independentistas", y solamente admitió que de "provocación siempre hay en todas lados".

Por su parte, Alba Sánchez, ha declarado que fue militante de Democracia Nacional y "por cuestión moral", fue a la manifestación a Balsareny. "Fuimos a ayudar a gente que lo pasaba mal, vecinos muy increpados en Manresa y a una chica", ha explicado. El megáfono lo cogían todos, ha dicho. Ha negado que dijera insultos en la calle: "No soy este tipo de persona. Me parece insultante", ha reprochado al fiscal, que le ha respondido que él solamente le pregunta. Se ha molestado también que el fiscal le preguntara por los tatuajes que lleva en el cuerpo, como la esvástica. "No entré en ningún bar, evito tener contacto con la gente en una manifestación", ha manifestado. Y ha respondido en catalán a la abogada de la defensa que "no hubo ningún problema", todo y que el ambiente era caliente. "No estoy en contra de ningún pensamiento. A ninguna persona se le tiene que perseguir por su pensamiento", ha asegurado.

El tercer acusado, Albert Bruguera, que tenía un cargo en Democracia Nacional, "delegado de un partido legal", según él, ha admitido que fueron a la protesta convocada con el lema Por España me atrevo, y reconoce algunos gritos realizados, como "España una y 51". De las agresiones a los tres vecinos ha dicho: "Eso es totalmente falso" y de las víctimas: "No sé ni quiénes son." También ha respondido en catalán a la abogada de la acusación, que iban a la protesta para dar apoyo a una familia, y que él leyó el manifiesto. Y se ha mostrado desmemoriado en los insultos a los titulares del bar y a un joven.

Las víctimas

La titular del bar El Casino, Isabel Taulats, ha explicado que cerraron la puerta a las seis de la tarde porque a las siete había una manifestación "de otra ideología" porque dentro del bar tenían un cartel que ponía "libertad presos políticos" y "queremos vivir en paz", ninguna estelada. "Tenía miedo", ha admitido la vecina. Aquel día, tenían clientes dentro. "Nos picaron las puertas, que pasaron, y nosotros estábamos callados". Ha añadido que a las nueve de la noche, por la puerta de atrás salieron, al ver un coche de Mossos. Después de un cordón policial, pasaron un grupo de diez o doce personas. "Callados, bajamos la cabeza y no los miramos, ha dicho Taulats y ha añadido: "Y Alba me dijo gorda, roja separatista e hija de puta," y le dieron un golpe y  fué al suelo. Y los manifestantes llamaban "Viva España". "Me sentí muy humillada", ha confesado. También ha detallado que "Antonio pegó a Josep Lluís y a Ferran, con un palo de bandera." Para identificar a los agresores, los vecinos les habían pasado vídeos de la escena y la manifestación, y el nombre de la agresora ha aclarado que lo sabe al ir al juzgado de instrucción. "Cogí miedo y no salgo sola", ha confesado la mujer.

Por su parte, el marido de Taulats, Josep Lluís, ha reconocido que Alba insultaba y que "Castellón le dio un golpe en los testículos, que pudo esquivar". I Ferran también ha explicado que los acusados, "todos" los insultaron, en una situación mucho tensa y querían entrar en el bar y que Bruguera le dijo "separatista de mierda" y que "en unas horas volverían", y que Castellón lo agredió con un palo en la espalda. De la agresión, el joven ha confesado que "tiene mucho miedo de ir solo" y que ahora no va a Barcelona o grandes ciudades para no encontrarlos. El juicio continúa este mediodía con la declaración de más testimonios de Balsareny y agentes de los Mossos.

Foto principal: Uno de los acusados, Antonio Castellón, en su declaración en la Audiencia de Barcelona, hoy /M.P.