El interrogatorio de Josep Lluís Trapero ha subido de intensidad por la tarde. El major ha dicho que se sentía "muy incómodo" con la posición que tenía el Govern y las acciones que se estaban planteando. "Dejé claro en qué lugar estaba el cuerpo", ha explicado al fiscal Miguel Ángel Carballo. Trapero ha querido dejar clara su distancia ideológica con los planes del Govern y ha dicho que así "lo comunicó varias veces a Jané". De hecho, Trapero ha expuesto sin problemas los motivos de la dimisión de Jordi Jané como conseller y de Albert Batlle como director general de la Policía.

Según el major, la "incomodidad" de los dos con el ejecutivo de Carles Puigdemont y el proceso independentista y el hecho de no recibir el apoyo de sus superiores hicieron que abandonaran los cargos. Jané se va, según Trapero, por los "actos ilegales que estaba proponiendo el Govern".

 

 

La Fiscalía, durante la mañana, ha centrado las preguntas al major de los Mossos d'Esquadra en el 20-S y ha dejado para la tarde el referéndum del 1-O.

Trapero no se casa con nadie y no ha tenido problemas en decir que no estaba de acuerdo con el proceso independentista que estaba llevando a cabo el Govern y las acciones que estaban planificando y que podían constituir un delito. De hecho, ha tildado de "barbaridad" la declaración de inicio del procés del 9 de noviembre del 2015, en la que constaba "no supeditar a decisiones de las instituciones del estado español". Según Trapero, él ya veía la posibilidad de que fuera delito y que comportara imputaciones: "Lo considero una barbaridad más de las que se estaban haciendo y si constituía un delito, se les imputaría".

El major también ha explicado que hizo todo lo que hacía falta para evitar el referéndum: "Hicimos lo que entendíamos que ordenaba aquella orden judicial".

Los binomios

"Los binomios eran una parte del dispositivo". Trapero lo ha repetido una y otra vez y ha explicado que "eran la respuesta de los Mossos a una parte de un dispositivo conjunto con tres cuerpos de seguridad".

Hoy hemos vuelto a escuchar los objetivos de los binomios. Había que controlar 2.200 centros de votación. Según Trapero, "se tenía que tener ojos" en los 2.200 centros y por eso se diseñó el dispositivo que además tomaba acta de la situación para enviárselo a la jueza.

El major de los Mossos ha defendido la estrategia del cuerpo para evitar malos mayores, con cargas policiales, y ha cuestionado si habría ido mejor enviar las unidades de orden público a 100 puntos. De hecho, allí donde fueron los antidisturbios de la Guardia Civil y del CNP hubo heridos y no sirvió para impedir la votación porque había censo universal. "No lo pudimos prever ni nosotros ni nadie", ha dicho lanzando una indirecta muy directa a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado español.

Según el dispositivo pactado, tenían que ser los Mossos quienes tenían que pedir refuerzos si había incidencias para activar a la Guardia Civil y CNP.

Las disculpas del major

Josep Lluís Trapero ha pedido disculpas y ha admitido el error de enfrentarse al fiscal jefe de Catalunya cuando el presidente del TSJC lo cita a una reunión y se lo encuentra allí. "Reconozco que equivocadamente respondo de la manera menos indicada", ha dicho.

El major lo ha querido dejar claro porque ha vuelto a repetir el mensaje para que no se le escapara al ministerio público: "Me vi violentado, no estuve acertado y reconozco el error".