El tranvía recorrerá de arriba abajo la Diagonal...algún día. Es el resumen de lo que ha aprobado esta mañana el Ayuntamiento de Barcelona. Un gesto. Ada Colau ha conseguido el apoyo de ERC, el PSC, la CUP y los dos concejales no adscritos a uno de sus proyectos estrella, conectar los dos Trams, pero sin comprometerse con ningún calendario para el inicio de las obras.

Hace meses que los comunes presionan a republicanos y socialistas para que den apoyo a este proyecto y ha sido ahora, a las puertas de la campaña electoral, que lo han conseguido. De momento, una declaración de intenciones, porque la condición de los republicanos ha sido que no se fije ninguna fecha de inicio de las obras, para evitar futuros incumplimientos y para no "prometer mentiras".

La responsable de Mobilidad del Ayuntamiento, Janet Sanz, ha celebrado que finalmente ERC haya subido al carro -o al tram, en este caso- y así pueda satisfacerse "la voluntad de dos de cada tres barceloneses", que según la última encuesta de la ciudad quieren esta conexión. Durante su intervención ha garantizado que tanto la gestión como el operador serán 100% públicos. Según el compromiso aprobado hoy, el enlace se empezarça entre Glorias y Verdaguer. 

El PSC, que ya se había mostrado anteriormente a favor de la conexión, ha tildado de "postureo" la votación de hoy, de "filfa", porque "no se avanza en nada".

Desde el PDeCAT, que ha posicionado en contra "porque no hay ninguna concreción", se ha criticado que "Ernest Maragall dé oxígeno al gobierno de Ada Colau" y ve un pacto tácito por hacer a un nuevo tripartito una vez pasen las elecciones.

Por la tarde, reprovación

Por la tarde, la mayoría de la oposición reprobará a Colau por su mala gestión en seguridad. Será la cuarta reprobación que sufre la alcaldesa. Las anteriores han sido por los narcopisos, los recortes y la no aprobación de los presupuestos.