La comunicación entre las justicias alemana y española estaría pasando ahora por horas bajas y por un motivo bien curioso: la empresa de intérpretes y traductores subcontratada por Justicia, Ofilingua, no paga los autónomos desde febrero y la plantilla, desde mayo. Según afirma el digital El Español, este sería el motivo principal del porque las respuestas del magistrado Pablo Llarena se hacen esperar.
El tribunal de Schleswig-Holstein comunicó en España su decisión de entregar a Carles Puigdemont únicamente por malversación el jueves pasado y han tenido que pasar seis días, según El Español, para que el magistrado esté en disposición de dirigirse a la Fiscalía alemana para manifestarle si acepta o no su entrega por este delito.
El servicio de traducción está subcontratado en Ofilingua, la empresa que se ocupa de la traducción e interpretación del 60% del trabajo de los tribunales españoles, entre ellos el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional. Precisamente esta empresa lleva sin pagar a algunos de sus trabajadores desde el mes de febrero y a otros desde el mes de mayo.