El president, Quim Torra, y el presidente del Parlament, Roger Torrent, han leído una declaración conjunta en el auditorio de la Cámara catalana en que han considerado "inaceptables" las peticiones de penas de la Fiscalía y la Abogacía del Estado en sus escritos de acusación contra los responsables del procés y han advertido que el gobierno de Pedro Sánchez ha perdido la ocasión de devolver este debate a la política y lo ha acusado de ser cómplice de la represión.

Torrent, que se ha encargado de leer la primera parte de la declaración, ha subrayado que el escrito de acusación de la fiscalía suma más de 200 años de prisión, "contra demócratas, gente de paz, con quien se puede estar de acuerdo o en desacuerdo, pero que en ningún caso han cometido ningún delito". "Es inaceptable", ha lamentado.

Seguían la intervención los miembros del Govern, que antes de la comparecencia han celebrado una reunión extraordinaria del Consell Executiu, diputados y representantes de los grupos y partidos independentistas y familiares de los presos.

Anhelo de venganza

El presidente del Parlament ha recordado que se trata de políticos honorables que han actuado haciendo uso del sus derechos civiles y políticos y contra cualquier tipo de violencia. Ha advertido que este escrito se dirige contra la inmensa mayoría de la ciudadanía del país porque en este proceso no se persiguen personas sino ideas.

"No saben que no claudicaremos ante la represión. El escrito de acusación se construye sobre una ficción perversa que pretende criminalizar el ejercicio legítimo de los derechos fundamentales. Consideramos que la fiscalía no actúa con un anhelo de justicia, sino de venganza", ha advertido.

Torrent ha denunciado también la falta de condiciones de los políticos encarcelados para defenderse y que "esta prisión preventiva es una condena adelantada e injustificada que demuestra que la causa está más inspirada en la venganza que en ningún delito".

Torra, que ha continuado la lectura, ha negado que exista rebelión ni ningún otro delito y ha recordado que, además de catedráticos y penalistas de todo el Estado, el propio ministro de Hacienda del PP, Cristóbal Montoro, dejó claro que no hubo malversación. Tampoco hubo violencia, ha añadido, excepto "la de la policía nacional y la guardia civil, pegando a gente pacífica que únicamente quería votar". "La fiscalía está criminalizando a más de dos millones de personas que defendieron la democracia con su propio cuerpo", ha remachado.

Sánchez, cómplice

El president ha acusado al jefe del ejecutivo español, Pedro Sánchez, de no actuar, lo cual, ha dicho "es lo mismo que ser cómplice de la represión", y ha advertido que sustituir la rebelión por sedición no es ningún gesto sino un "desprecio absoluto para los demócratas encarcelados".

Ha lamentado que el gobierno español ha perdido una "oportunidad de oro" de sacar el conflicto catalán de los tribunales y devolverlo a la política, y lo ha acusado de profundizar en la injusticia por un puñado de votos. "¿Cuánta represión puede aguantar la democracia española? ¿Cuántos demócratas pueden aceptar que se retenga en Catalunya por la fuerza? ¿Alguien cree que pidiendo 200 años de prisión para los líderes independentistas desaparecerán los más de 2 millones de personas que quieren una República catalana, que acabará con las ansias de libertad de la sociedad catalana? Al contrario, cada vez nos hemos levantado estando más y más determinados. Por eso persistiremos", ha asegurado.

Torra ha apelado al espíritu del 3-O para que partidos, instituciones, entidades, sindicatos y ciudadanía avancen por el camino de los grandes consensos por "una solución democrática al conflicto en Catalunya, ejerciendo el derecho efectivo a la autodeterminación". "Convocar un referéndum no es ningún delito, es democracia. No nos detendremos hasta que los presos sean libres, los exiliados vuelvan a casa y acabe la represión contra todos aquellos que ayudaron a dar voz al pueblo".